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martes, 11 de octubre de 2022

Elio Antonio de Nebrija, en el V Centenario de su muerte


Monumento a Elio Antonio de Nebrija

Dedicado a sor Castillo, natural de Lebrija, Hermana de la Caridad que permaneció muchos años en la Residencia de Mayores de "San Francisco" de Morón de la Frontera. Cada 27 de noviembre [coincidiendo con la celebración del día de la Virgen de la Milagrosa] nos obsequiaba con unas botellas de vino de su tierra, de la variedad fino, moscatel y tinto. 

Aquel gesto estimulaba nuestro paladar y aclaraba nuestra garganta entre los efluvios del dios Baco [presunto fundador de Lebrija] a orilla del río Betis, tierra de excelsos vinos que viera nacer al inmortal gramático Elio Antonio de Nebrija.

¡También estas humildes letrillas están dedicadas a todos los buenos docentes [presentes y ausentes]!




Cuando la tierra de Villalón se desprende de su traje de faralaes ["farah" en andalusí significa alegría y "lebs" traje] y las primeras hojas secas se preparan para ser juguetes del viento orientamos nuestra proa autodidacta en busca de los vientos Alisios que soplan hacia la cuna del inmortal gramático y padre del Humanismo español, defensor de la latinidad y autor de la primera gramática castellana Elio Antonio de Nebrija en el V Centenario de su muerte [1522-2022].

"Antonius de Nebrissa o  Nebrissensis" es autor de la primera gramática castellana [1492], del Diccionario latino-español ese mismo año y también del Vocabulario español-latino [1494] entre una intensa obra. Tan sólo por ese hecho hubiese pasado a la historia de la inmortalidad pero, es interesante conocer además, que nos ha dejado un extenso e intenso legado cultural.

Tal vez haya sido culpable de estimular nuestro apetito cultural por Elio Antonio un documental visto en la 2 TV a las 21,00 horas aquel 16 de julio de 2022 bajo el título de “Elio. Viaje de un rapero a las entrañas del humanismo” presentado por el rapero y filólogo Sergio López que iniciaba un grato viaje a la esencia del humanismo siguiendo los pasos del autor de la primera gramática castellana. Un documental dirigido por Pepe Barahona y Fernando Ruso.

En Lebrija estimulamos nuestra retina bajo los pies del monumento dedicado a la memoria de Elio Antonio de Nebrija que se encuentra ubicado junto a la Plaza de España y que fuera realizado en 1944 por el escultor sevillano José Lafita Díaz (1887-1945) para celebrar el V centenario del nacimiento del inmortal gramático, aunque sería inaugurado en mayo de 1946.



También pudimos observar en la plaza de Juan Díaz de Solís el obelisco que conmemora el V centenario de su muerte, realizado por el escultor nebricense Manuel Fernández Barrones inaugurado el 1 de julio de 2022 que representa en relieve de mármol varias facetas en la vida del ilustre gramático nebricense.

Destacan en el cuerpo principal cuatro relieves realizados en mármol de Carrara, que nos recuerdan diferentes etapas en la vida de nuestro protagonista con mayúsculas. A partir del cuerpo principal se forma un obelisco [ὀβελίσκος] conmemorativo con doce sillares más uno, en forma decreciente como si de una aguja o un rayo petrificado se tratara.


El primer relieve recoge su infancia en Lebrija


Pero vayamos a la vida intelectual de este ilustre nebricense, acosado por el Tribunal de la Inquisición "azote del pensamiento, de la ciencia y de la razón", en una época donde las luces brillarán por su ausencia siendo las depuraciones frecuentes no sólo en los hilos de la enseñanza.

Elio Antonio fue un brillante intelectual y humanista con una amplia formación integral y humana que abarca haber sido cronista de los Reyes Católicos, pedagogo, gramático, traductor, filósofo, poeta, astrónomo, historiador y docente. Aprendió latín, griego, hebrero, artes y ciencias humanas, derecho, medicina y teología. Su método de estudio de habla castellana tendrá una pervivencia durante tres siglos y su huella se percibe todavía en la gramática castellana.

Una ingente labor filológica, científica, lingüística, literaria, jurídica y teológica en tantos ámbitos de su saber universal. A Nebrija le toco vivir en una sociedad donde el fundamentalismo religioso con sus dogmas primará sobre la razón, en unos momentos históricos donde comenzaba a cohesionarse la unidad peninsular. La inefable Inquisición actuará como fuerza de policía moral al servicio de la Corona, destruyendo todos los hilvanes que otorgaba la Razón de la época.

Decía Elio Antonio que aprendió latín [la lengua del Lacio "latium" en latín, con Roma como ciudad principal] no en cualquier sitio, sino en su tierra natal [Lebrija] que conserva elementos importantes del Imperio Romano.


Itálica, en Santiponce, cuna de los emperadores Trajano y Adriano. A medio camino entre Híspalis [Sevilla] y la antigua Ilipa [Alcalá del Río]



Elio Antonio nació en la antigua Nebrissa Veneria “Lebrija”, muy cerca de la cuna de dos grandes emperadores romanos como fueron Trajano y Adriano [Santiponce, Itálica, Baetica, Hispania]. Elio Antonio decide adoptar por apellido el nombre de su ciudad natal, la antigua “Nebrissa”, hoy Lebrija (Sevilla) y el praenomen “Aelius”, muy frecuente en la epigrafía bética.

Cuenta una leyenda que Lebrija fue fundada por el dios Baco [dios del vino] a orillas del río Betis que será llamado por los andalusíes Guadalquivir "Wad al Kabir".

Elio Antonio de Nebrija [Antonio Martínez de Cala y Xarana] era hijo de Juan Martínez de Cala y Catalina de Xarana, agricultores de mediana condición que eran cristianos viejos aunque otras fuentes manifiestan que es posible que fueran judíos conversos. Se casó con la salmantina Isabel de Montesino Solís [antes de 1487] con la que tuvo 9 hijos, dos de los cuales [Sebastián y Sancho] seguirán por los senderos de la imprenta.  El apellido Nebrija le abrirá muchas puertas a sus hijos [seis varones y tres hembras].

Marcelo, Sebastián, Sancho, Fabián, Alonso, Francisco, Sabina, Julia e Isabel

Realiza sus primeros estudios en su villa natal. La familia de Martínez de Cala pudo otorgar a sus hijos una cierta educación y por ello, cuando Elio Antonio termina sus primeros estudios decide enviarlo a estudiar en la Universidad de Salamanca en 1475 que le ofrecía un grado de cuatro años [bachiller de la época]. 

Allí pasará cinco años hasta que en 1481 es nombrado profesor de dicha universidad. Elio Antonio tenía un interés acérrimo por el latín culto que le permitirá promocionar en la vida intelectual. Conocerá la gramática castellana y la pondrá al servicio del latín.

Ese mismo año de 1481 publica “Introducciones latinas”, que será un texto utilizado en las universidades hasta el siglo XIX.


 

 

Segundo relieve, el aula donde estudió en el Real Colegio de San Clemente de los españoles, en Bolonia.


1463 Viaje a Italia

Salamanca se le queda pequeña a Nebrija y una beca universitaria eclesiástica le permitirá en 1463 con diecinueve años dirigirse al Real Colegio de España, en la Universidad de Bolonia, la más antigua de Europa y centro del humanismo de la época.

En Italia se da cuenta Nebrija de que el latín sirve para leer textos. No se puede saber nada sin conocer el latín. Nebrija obtiene un método de enseñanza a través de la imprenta.

En 1465 comienza a estudiar en Bolonia otros métodos educativos. Se centra en las artes porque observa un modo distinto en la gramática, retórica, etcétera, para aprender el latín en toda su pureza de los antiguos romanos, como fueron Cicerón o Virgilio, era necesario ir a Bolonia.

En la biblioteca del Colegio de España existen obras de enorme importancia. En toda Italia existen solamente tres ejemplares de la Gramática castellana: uno en Milán, otro en Roma y otro en el colegio de España en Bolonia. La Biblioteca de Bolonia es la más antigua de Italia con muchos incunables [impresos antes de 1500].

La estancia en Bolonia será fundamental para que Elio Antonio de Nebrija tenga una amplia visión de la lengua. Cuando vuelve a España intenta aplicar todo lo que aprende en Bolonia para proyectarlo al mundo académico. La Universidad le contrata para dar clases de Retórica y Poesía. Allí permanecerá diez años. Su deseo será aprender de los grandes maestros del Humanismo e introducir nuevos métodos en las universidades españolas y en la enseñanza del latín cuyos “autores se encontraban desde hacía muchos siglos, desterrados de España”.

Elio Antonio conocía el valor de las palabras. En Bolonia manifestaba que procedía de una ciudad cercana a la cuna de dos emperadores romanos como Trajano y Adriano. Eligió Aelius, como praenomen y Nebrisensis, como cognomen que significa “Lebrijano”. Por tanto, introduce a su propio pueblo en su nombre.

 



Elio Antonio, en Zalamea de la Serena


1470 Regreso a España

La fama de Elio Antonio de Nebrija hará que muchos mecenas se fijen en él al regresar a su tierra "la Bética". Es más sabio e imparte clases de gramática en la "Capilla de la Granada" situada en el Patio de los Naranjos de la Santa Catedral de Sevilla.

Cuando Elio Antonio llega de Italia se encuentra en España ante la barbarie de mediocres maestros que habían corrompido el latín siendo preciso luchar para restablecerlo en toda su pureza. Será un hombre vinculado al movimiento intelectual del humanismo renacentista, que observaba a los modelos clásicos. Elio Antonio será el primer introductor del Renacimiento en España.

Una carrera intelectual que abarca desde 1470 a 1522. Su currículo se fundó en la “studia humanitatis” que comprendía cinco materias: gramática, retórica, poética, historia y filosofía moral, de firme base en las letras humanas.


La Universidad de Sevilla se suma a las actividades organizadas para el V Centenario del fallecimiento de Elio Antonio de Nebrija "1522-2022"



En Sevilla lo reclama Alonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, para que fuese uno de los suyos, como el mismo Nebrija escribe. Allí pasó tres años 1470 a 1473 estudiando y preparándose para enseñar la lengua latina. Durante este tiempo, fue también preceptor del sobrino del arzobispo, Juan Rodríguez de Fonseca, quien se convirtió luego en obispo de Badajoz, Córdoba, Palencia y Burgos, sucesivamente. Nebrija dará clases en la Capilla de la Granada, situada en el Patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla.

 

1475

Tras la muerte del arzobispo de Sevilla Alonso de Fonseca, Elio Antonio regresa a Salamanca, donde inicia su carrera académica como lector de "Elocuencia y Poesía". Un año después obtendría la "Cátedra de Prima de Gramática".

1481

Mediante el ejercicio de esta Cátedra comprende Elio Antonio la necesidad de renovar los fundamentos de la enseñanza en lengua latina, con lo que escribió “Introductiones latinae” que gozó de gran acogida.

1485

Como catedrático tuvo que leer dos “Repetitio”, un género de disertación que debía pronunciar cada catedrático de la Universidad de Salamanca sobre la materia que impartía.

Entre 1487 a 1504

 

En 1487 deja su cátedra en la Universidad de Salamanca y se pone al servicio del Maestre de la Orden de Alcántara don Juan de Zúñiga [en Villanueva de la Serena] como uno de los sabios que le acompañan para su esparcimiento cultural hasta 1504 en que muere el mecenas. El tiempo que pasa Nebrija en la casa de Zúñiga será muy productivo.

Regresa a la Universidad de Salamanca donde tomará posesión en 1505 de la misma cátedra que había renunciado antes “la Cátedra de Prima de Gramática del Estudio salmantino” al morir su titular. Pronuncia varios "Repetitios" y la lección titulada “Repetitio prima. Las dos gramáticas castellanas de Antonio Lebrixa grammatico”, llenando de prestigio intelectual la Universidad de Salamanca.


Medallón de los Reyes Católicos [Fachada de la Universidad de Salamanca]

1492 [Annus mirabilis]

El año 1492 será un “annus mirabilis” o de los milagros para España con la "Toma de Granada" y la unificación peninsular configurando un modelo de nación que junto al Descubrimiento del Nuevo Mundo facilitará a España la hegemonía de los mares al ser el Imperio más grande y efímero de la historia. También habrá que añadir la publicación de la “Primera Gramática Castellana" que otorgará cohesión al Imperio español. Pero al mismo tiempo, será un “annus horríbilis” para la población sefardí que será condenada a la Diáspora aquel trágico 31 de marzo de 1492 como preludio de lo que le ocurrirá a la población morisca a partir del 9 de abril de 1609.



La obra lingüística más importante de Elio Antonio de Nebrija será la "Gramática castellana" que lo hará transcender más allá de su tiempo y hará que en el año 2022, se siga hablando de éste insigne intelectual lebrijano. Será la primera gramática dedicada a la lengua española con el fin de ofrecer una herramienta didáctica para el aprendizaje de la lengua que contribuirá a dignificar el idioma y al mismo tiempo dotar a la sociedad de una identidad que llegará a dar coherencia a la unidad política y cultural.


Salamanca

Pero Salamanca se convierte en refugio y tormento para Nebrija. Al tener muchos hijos tenía que investigar ya que en la docencia que se ganaba muy poco. Fue defensor del conocimiento de Aristóteles y de la gramática pero será condenado al destierro.

El claustro de la Universidad de Salamanca  le otorga a Elio Antonio de Nebrija el 3 de octubre de 1509 la cátedra de Retórica.

En la Universidad de Salamanca, el ambiente le será cada vez más hostil al haber iniciado Elio Antonio una intensa campaña contra los maestros ignorantes, poniendo de manifiesto sus carencias. Elio Antonio no contaba con la animadversión y la envidia de un amplio grupo de catedráticos y profesores de la institución académica que como verdaderos antígenos crecerán exponencialmente a través de la envidia como caldo de cultivo que ya existía como deporte nacional en la docencia de la época. Ser un adelantado a su tiempo le traerá numerosos sinsabores.

En 1513 queda vacante de nuevo, la "Cátedra de Prima de Gramática" y Elio Antonio opta a ella, “por estar mejor pagada que la que él ocupaba”, pero sin éxito al serle concedida inexplicablemente a un joven desconocido llamado García del Castillo. El enfado del gramático con la Universidad de Salamanca fue enorme. Ante semejante atropello, Nebrija abandona Salamanca y la Universidad.

«La vida de Elio Antonio  es modelo de consagración a la investigación y a la docencia. Como maestro, formó a innumerables discípulos que unas veces de manera fiel, otras de modo inconfesado, desarrollaron la labor por él iniciada. Como investigador, es Nebrija uno de los autores más prolíficos de la Europa de su tiempo. Los títulos de sus obras [latinas y castellanas] se cuentan por decenas».

Nebrija fue el primer escritor que reclamó los derechos de autor de sus “Introducciones latinas”. Un tratado que se convirtió en un best seller entre las clases cultas europeas con más de 40 ediciones es un hito editorial. La obra incluía además el primer vocabulario latín-español y un diccionario geográfico.

Un trabajo exhaustivo que llega a recoger 28.000 palabras latinas traducidas

Gracias a Elio Antonio los intelectuales aprendieron el latín que en aquella época equivalía a saber leer. No hay que olvidar que en la lengua de Roma estaba escrito el Derecho, los Fueros y la Medicina. Todo el saber universal y en definitiva, la cultura. Si no dominabas el latín, eras un analfabeto aunque supieras leer.

Nebrija quiere erradicar en Salamanca la falta de conocimientos en latín y en griego. Con el humanista italiano Pedro Mártir tendrá Elio Antonio unas relaciones extraordinarias.



La Inquisición

El Tribunal de la Inquisición alargaba su macabra sombra sobre los intelectuales independientes y Elio Antonio no quedará al margen al tener que lidiar con dicha institución. Intentar ampliar el mundo del conocimiento tendrá como consecuencia tener que enfrentarse a los poderes fácticos de la época. Nebrija representaba la quiebra del mundo de la servidumbre medieval al reivindicar la cultura humanista. Los problemas surgirán con el inquisidor Diego de Deza por su participación en la Biblia Políglota Complutense.

Cuando muere Juan de Zúñiga, el Cardenal Cisneros, confesor de la reina, arzobispo de Toledo, canciller mayor del reino, fundador de la Universidad de Alcalá e inquisidor, lo llama para sumarse al encargo de crear una promotor y editor de la Biblia Políglota Complutense, en Alcalá de Henares, el mejor texto en las lenguas originales [latín, hebreo, arameo y el griego]. Y en este proyecto entra Elio Antonio que soñaba una traducción exacta de las Sagradas Escrituras, lo que le granjeará poderosos enemigos como la Inquisición que le abrirá un proceso de herejía. Pero Nebrija, que era un gramático y humanista se va a las fuentes sobre los que están escritos estos textos sagrados y hace una gran defensa contra las acusaciones del inquisidor Diego de Deza.

“De Itineris” le generó numerosos problemas a Nebrija con las autoridades eclesiásticas y académicas. Después de la muerte de Isabel la Católica. Fue procesado por la Inquisición al intentar devolver la Biblia a los textos originales. Hurgar en los textos sagrados le granjearía poderosos enemigos y por su mente pasó la quema de libros, tan usual en aquellos tiempos. Los textos sagrados están escritos en hebreo y tiene que ir a esos textos para estudiarlos. 



El Cardenal Cisneros le echará una mano frente al inquisidor Diego de Deza y se lo lleva a Alcalá de Henares para colaborar en la redacción de la Biblia Políglota Complutense junto con el lingüista judeoconverso Alfonso Alcalá donde se reúnen las versiones sobre las Sagradas Escrituras en sus idiomas originales: “hebreo, arameo, griego y latín”.

En el cuarto relieve, Elio Antonio con el  cardenal Cisneros 
consultando la Biblia Políglota


Las dos empresas más importantes en la vida de Cisneros fueron la creación de la Universidad de Alcalá de Henares y la Biblia Políglota Complutense.

Cisneros fundará la primera ciudad universitaria del mundo en abril de 1499 teniendo alumnos de la talla de Calderón de la Barca, Quevedo, Lope de Vega, san Ignacio de Loyola y profesores como Antonio de Nebrija.

El cardenal Cisneros le concede en 1514 a Elio Antonio de Nebrija la "Cátedra de Retórica" en la Universidad que funda y además, le concede el privilegio de que:

“Leyese lo que él quisiese y si no quisiese leer, que no leyese”

Ese es el pago que le dará el Cardenal Cisneros a Elio Antonio de Nebrija  por lo que le debía España y por toda una vida dedicada al conocimiento y a  la lucha contra la barbarie. 



La imprenta universaliza el conocimiento

La imprenta fue el gran invento del siglo XV, lo que le lleva a Elio Antonio a trabajar día a día con los impresores que le abren una nueva posibilidad del conocimiento aprovechando de manera visionaria un camino intelectual de elevadas cotas. El castellano y Nebrija han hecho posible abrir caminos para escribir lenguas que nunca habían sido escritas. Elio Antonio será clave para la enseñanza no solo en España sino en América.

En 1532 llegaron a Granada dos de sus hijos “Sancho y Sebastián” que obtuvieron el privilegio de impresión de los reyes para imprimir los libros que había escrito su padre y así poder garantizar la pureza de su obra. Dicho privilegio de impresión les dará grandes dividendos. No cabe duda de que la obra de Elio Antonio de Nebrija es un orgullo para los andaluces, para España y para toda la Humanidad.

Elio Antonio conoce la sociedad de su época y pretende a través del humanismo quiere que el ser humano logre ser una persona completa. Pero para ello, es necesario hablar un latín correcto como libertad de expresión.

El castellano y Elio Antonio de Nebrija serán claves para la enseñanza no sólo en España sino en América. En la raíz de la gramática española se encuentra todavía Elio Antonio al elevar el castellano al nivel de las lenguas clásicas. Creía en el valor de la palabra, en la necesidad de su permanencia, la importancia de su difusión y en el conocimiento como medio de avance de las sociedades. Y éste mensaje sigue vigente.

Lebrija, Villanueva de la Serena, Salamanca, Bolonia, Sevilla y Alcalá de Henares entre otras, brillarán con luz propia en la vida y obra de Elio Antonio de Nebrija.

Mural de Nebrija, en la calle Arcos de Lebrija


La "Gramática" de Nebrija

Es la primera gramática de una lengua romance, décadas por delante de la portuguesa e italiana. Se encuentra dividida en cinco libros: ortografía, prosodia, etimología, sintaxis e introducciones de la lengua castellana hasta la edad moderna. La primera gramática en una lengua vulgar, vital para construir el idioma castellano. Se adelantó treinta y siete años a la primera gramática de Trissino [humanista del Renacimiento italiano].

Con su Gramática intenta reducirlo todo a procesos más sencillos y racionales. Nebrija pensaba que si no se fijaban bien las reglas del latín, éste terminaría corrompiéndose de una manera irremediable.

La filología puede y debe corregir los textos bíblicos y eso le traerá problemas. El final de la vida del intelectual andaluz transcurre en Alcalá de Henares.

Hablar de Elio Antonio de Nebrija es hablar de la excelencia de la gramática elevada a las cotas más sublimes. Nebrija será un gran embajador de la gramática castellana, del griego, del latín y de las lenguas clásicas y las universidades deberán transferir sus conocimientos a la sociedad para que pueda transformarse.


El "Vitor" que se observa en las aulas de la Universidad de Salamanca es un símbolo derivado del crismón del Bajo Imperio Romano. Fue adoptado por algunas universidades españolas desde el siglo XIV, especialmente la de Salamanca, Alcalá de Henares, Sevilla e Indias como emblema conmemorativo de quienes obtenían el título de doctor, en inscripciones murales con pintura roja.

Reparación de un agravio [una asignatura pendiente]

El V aniversario del fallecimiento del autor de la primera gramática castellana se presenta como una magnífica oportunidad para que la Universidad de Salamanca pueda reparar “aquel agravio histórico” a Elio Antonio de Nebrija que dura ya cinco siglos.

En 1513 Elio Antonio suspendió la oposición a la cátedra de Gramática Latina, en la que se enseñaba con su propio manual, lo que supuso una humillación personal para él y su ruptura definitiva con la Universidad de Salamanca a la que no volvería "ni en cenizas".

 "Ni vivo ni muerto pisaré esta Universidad tan ingrata"

Mural de cerámica en la fachada del Ayuntamiento de Lebrija


Epílogo

“Los pilares de la lengua son útiles en la adolescencia y dulces en la vejez y no nos abandonan sino al final de la vida”. No hay que dejar la pluma hasta el último momento. 

El alfabeto como el mayor invento de la Humanidad ha colocado al Homo Sapiens en el peldaño más elevado de la escala evolutiva y Elio Antonio de Nebrija fue cronológicamente el primer humanista hispánico conocía el valor de las palabras.

Gracias a Elio Antonio la lengua y la ortografía castellana alcanzaron su plenitud en un momento clave de la Historia de España, al coincidir con el Descubrimiento de América. Dos hechos trascendentales que supusieron una gran oportunidad para la expansión de nuestra lengua en el Nuevo Mundo. Hoy, 500 años después de la muerte del pionero de la gramática castellana, el español es la lengua oficial de 21 países y lo hablan más de 500 millones de personas.

Con el Diccionario latino-español (1492) y el Vocabulario español-latino (1494), Elio Antonio de Nebrija establece las bases de la disciplina lexicográfica moderna. Gracias a Lebrija la lengua y la ortografía castellana alcanzaron su plenitud en un momento clave de la Historia de España. La “Gramática” dignificaba el idioma castellano equiparándolo al mismo nivel que las lenguas clásicas, como el latín y el griego, ubicados en la cumbre de la cultura.

En el siglo XV la imprenta universalizaba el conocimiento y en ese epicentro se encontraba el lebrijano Elio Antonio, un firme defensor de la educación como manera de transformar la sociedad y conseguir un mundo mejor a través del estudio. Nebrija como profesor de bachillerato proyectaba que los estudios básicos de secundaria eran fundamentales.

Sus tratados de Gramática, latina y castellana, y su Vocabulario español-latino fueron los modelos que se siguieron en América y Filipinas para la elaboración de las gramáticas y vocabularios de las lenguas indígenas de aquellos países.


Cripta con los restos de Elio Antonio de Nebrija 
Capilla de San Ildefonso de Alcalá de Henares

 

El 3 de julio de 1522 muere en Alcalá de Henares Elio Antonio de Lebrija, un ejemplo para los docentes, por su ingente labor filológica, científica, lingüística, literaria, jurídica y teológica en tantos ámbitos de su saber universal.

Pero, aún queda mucho por descubrir del pionero de la gramática castellana en ciudades como Lebrija, Salamanca, Bolonia y Alcalá de Henares, entre otras antiguas villas donde actualmente pueden rastrearse sus profundas huellas.

Lebrija rinde homenaje en 2022 al más ilustre de sus paisanos "Elio Antonio de Nebrija"  en el V Centenario de su muerte. En este mismo año se rinde también un merecido reconocimiento al V Centenario de la Primera Circunnavegación de la Tierra «Primus circumdedisti me». Ambas proezas inmortales para mayor gloria de Andalucía, España y la Humanidad.


Casa natal de Elio Antonio de Nebrija, en la calle homónima




 Sus obras más importantes


1481 "Introductiones latinae", Salamanca.

1485 Repetitio prima. Ese mismo año la reina Isabel la Católica le anima para que editase las Introductiones latinae traducidas al español.

1486 "Repetitio secunda, de corruptis Hispanorum ignorantia quarundam litterarum vocibus", dedicada a la reforma y pronunciación del latín, Salamanca.

1490 "Epitalamio", Sevilla.

1492 Primera Gramática de la lengua castellana, Salamanca.

"Lexicon hoc est Dictionarium ex sermone latino in hispaniensem" o Diccionario latino-español, Salamanca.

1494 "Vocabulario español-latino", Salamanca.

c.1495 "Dictionarium hispanum latinum" o Vocabulario español-latino, Salamanca.

1498 "In cosmographia libri introductionum", Salamanca.

c.1499 "Muestra de la historia de las Antigüedades de España", Burgos.

c.1503 “Introductorium Cosmographicum", un trabajo que sirve para introducir en España los principios de geografía del astrónomo Claudio Ptolomeo, en donde el autor trasmitía el conocimiento sobre esta ciencia adquirido en Italia. Salamanca.
1503 "De vi ac potestate litterarum", Salamanca.

"Persius". Ambas obras están dedicadas a Juan de Zúñiga, Sevilla.

1506 "Lexicon Iuris Civiles", obra de obligada consulta en los estudios de Derecho, Salamanca.

Repetitio tertia: De peregrinum dictionum accentu, Salamanca.

1507 Repetitio quarta: De litteris hebraicis, Salamanca.

1509 "De liberis educandis", Salamanca

1510 Repetitio sexta. De mensuris, Salamanca.

1511 Repetitio séptima. De ponderibus, Salamanca.

1512 "De bello navariense".

1517 "Reglas de Ortographía en la lengua castellana", Alcalá de Henares.

Tabla de la diversidad de los días y horas y partes de hora en las ciudades, villas, y lugares de España y otros de Europa que les corresponden por sus paralelos, Alcalá de Henares.

1521 "De numeris", Alcalá de Henares.


1523 "Introductiones latinae" (Alcalá de Henares, 1523), que no verá publicadas.


Desde la cuna natal de Elio Antonio de Nebrija, padre del Humanismo español, defensor de la latinidad y autor de la primera gramática castellana [1492], del Diccionario latino-español ese mismo año junto con el Vocabulario español-latino [1494], para el blog de mis culpas...



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lunes, 10 de octubre de 2016

Baelo Claudia "la enésima visita"

Colosal estatua togada del Emperador Trajano procedente de Baelo Claudia.
Museo de Cádiz


“Belon es el puerto donde generalmente se embarca hasta Tingis, en Maurusia. 
Es también un mercado y tiene fábricas de salazón”

 Estrabón: Geografía III, 1, 8

Es cierto que tener un blog puede ser la excusa perfecta para conocer mejor Andalucía y sus lugares de interés. Por tanto, mientras que nuestras ilusiones ocupen mayor espacio en nuestras frágiles “entendederas” que el peso de nuestros recuerdos, continuaremos  “cavilando” para poner en valor nuestro legado cultural, como si de un grato “síndrome del autodidacta” se tratara. De esta manera, podremos seguir compartiendo nuestras rutas culturales con nuestros amigos, que tienen la infinita paciencia de continuar leyendo nuestras humildes letrillas en el blog de mis culpas, nacido en la tierra de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza.


Desde nuestra base logística en Barbate, pusimos por enésima vez viento en popa hacia “la madre que parió el viento de levante”, transitando por la N-340 “Cádiz-Málaga” hasta la altura del punto kilométrico 70.2 donde nos desviamos por la carretera comarcal que se dirige a Bolonia, a unos 8 km. en busca de la ensenada con su mismo nombre cuya bella panorámica impregna nuestros sentidos. 

La Costa de Trafalgar comprende los términos municipales de Conil de la Frontera, Vejer de la Frontera, Barbate y Tarifa. Se extiende por más de 40 km, de playas de arena dorada y entornos salvajes.

Allí se encuentra nuestro destino, “la antigua ciudad romana de Baelo Claudia”, donde en primer lugar visitamos el Museo Arqueológico que fuera realizado por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, que fuera inaugurado en el año 2007. Allí nos ilustramos de su historia captando nuestra retina un reloj solar del siglo I d.C. labrado en mármol, posiblemente ubicado en el Foro.



El reloj de sol de Baelo Claudia en el siglo I estaba situado posiblemente en el foro de la ciudad. La esfera del reloj es una proyección cónica de la esfera celeste. Tres líneas transversales representan el recorrido del sol durante los equinoccios y solsticios de invierno y verano. Once líneas longitudinales marcan los círculos horarios, que dividen en doce espacios iguales la línea de los equinoccios. Está realizado en mármol de una sola pieza. El original se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid.

Baelo Claudia está delimitada por los cabos Paloma y Camarinal y escoltada por las defensas naturales, como son las elevaciones de la Loma de San Bartolomé al este, y la Sierra de la Higuera y Sierra de la Plata al oeste, que cierran el paso hacia el interior. El único punto de acceso en la época romana era el puerto de Bolonia, lo que le permitía controlar el acceso hacia la salida occidental del Estrecho, las ensenadas de Bolonia, Zahara y Valdevaqueros en el término de Tarifa y la llanura de la Janda por su parte occidental.

El emplazamiento de Baelo Claudia corresponde al tipo “oppidum”, al estar defendido por las defensas naturales. Esta situación geoestratégica será decisiva para su desarrollo al tener próxima la costa norteafricana y el Estrecho donde el flujo migratorio de los atunes se desplazan cada año desde el Océano Atlántico hasta el Mar Mediterráneo.



Haciendo una breve historia, a finales del siglo III a.C. el ejército romano desembarcó en las costas de la Península Ibérica para frenar el avance de los cartagineses, con lo que se disputaron el dominio del Mediterráneo Occidental. La victoria romana en el 206 a.C. en la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), supuso el final de la Segunda Guerra Púnica y la expulsión definitiva de los cartagineses de Hispania. 

Será a partir de este momento cuando Publio Cornelio Escipión Emiliano “El Africano” al derrotar a los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica, el Imperio Romano comienza a llamar al Mar Mediterráneo “Mare Nostrum”.

Con la firma de un pacto o foedus, la Gadir fenicio-púnica -la actual Cádiz- abrió sus puertas a los ejércitos romanos, manteniendo su organización administrativa a cambio de contraprestaciones económicas y de un compromiso de alianza. Su estatus de ciudad federada le eximía de pagar el “stipendium” y le permitía mantener sus costumbres, instituciones e idiosincrasia particulares, así como su capacidad para legislar, acuñar moneda y comercializar con entera libertad. Desde este momentos la acción de Roma fue imparable, y aunque tuvo que vencer la resistencia de numerosos pueblos consiguió su propósito de doblegar a cántabros y astures.

Durante el reinado de Augusto, en el año 19 a.C., se inició un periodo de paz, la “Pax Augusta”, que significó la integración plena de Hispania en la órbita romana.


Baelo Claudia se convirtió en un importante emporio donde se concentraba el comercio marítimo. Algunas fuentes escritas nos indican que era un puerto de unión con la vecina Tingis, la actual Tánger. Esta circunstancia hace que la ciudad alcance cierta pujanza bajo el emperador Claudio (41 a 54 d.C.) que le otorga el rango de municipio romano. Su declive económico se inicia en la segunda mitad del siglo II, seguramente por el terremoto que debió asolar la ciudad por aquellas fechas. Sin embargo, en el siglo III experimenta un ligero rebrote del comercio tras el cual la ciudad cae poco a poco en decadencia hasta su total abandono en el siglo VII.

Una de las referencias escritas más antiguas dentro de la tradición historiográfica, referentes a la ciudad de Baelo, la encontramos en la Historia de Gibraltar (1782) de Ignacio López de Ayala, escritor e historiador español del neoclasicismo donde aparece el nombre de Belón en referencia a Baelo Claudia:

…tal vez es el antiguo Belón grande población a la orilla del mar, i el puerto más frecuentado según Estrabón para pasar al Africa…”


La riqueza pesquera del Estrecho facilitó desde fechas tempranas el asentamiento de poblaciones en sus costas para la explotación de los recursos del mar. De la misma manera, el descubrimiento y la práctica de la navegación permitieron la comunicación entre sus dos orillas. El Estrecho de Gibraltar es el punto más meridional de Europa caracterizado por ser la cuna y paso de culturas milenarias al estar interconectadas Europa y África.

Su privilegiada situación, entre dos aguas, el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, entre dos Parques Naturales -el de los Alcornocales y el del Estrecho-, y entre dos continentes, África y Europa, ha dotado a este territorio de gran atracción por parte del hombre. El entorno terrestre de Baelo, está constituido por sierras litorales y acantilados con pequeñas calas aptas para el resguardo de embarcaciones.



Un alto grado de romanización de la ciudad y su desarrollo urbano hicieron posible desde fechas muy tempranas su rápida incorporación a la organización jurídico-administrativa de Roma. Para articular mejor el control, Hispania fue dividida en varias provincias, divididas a su vez desde la época de Augusto en “conventus” que estaban integrados por ciudades, unidades fundamentales en la vida político-administrativa y núcleos donde se desarrollaba la actividad económica, política y religiosa de la comunidad.

Baelo Claudia formaba parte de la provincia Bética, que estaba a su vez dividida en cuatro conventos jurídicos, cuyas capitales eran Corduba (Córdoba), Astigi (Écija), Hispalis (Sevilla) y Gades (Cádiz).


La actual provincia de Cádiz era una parte de la circunscripción administrativa del “conventus” gaditano, que abarca la mayor parte de la zona costera de la provincia de la Bética. Además de Cádiz, sus núcleos de población más importantes fueron Abdera (Adra), Sexi (Almuñécar), Malaca (Málaga) o Hasta Regia (cerca de Jerez de la Frontera).

Baelo Claudia era el centro religioso y administrativo de un territorio que se extendía por el oeste hasta Baesipo (Barbate) y por el este hasta Mellaria, la antigua ciudad costera, situada en la ensenada de Valdevaqueros en Tarifa que fuera citada por Plinio el Viejo, Estrabón y Plutarco. Por el interior la influencia de Baelo debía ser mayor, ya que las ciudades más próximas como Asido (Medina Sidonia) o Lascuta (en las proximidades de Alcalá de los Gazules) se encontraban bastante alejadas. 


Baelo Claudia estaba bien interconectada. Dos de las puertas daban paso a la vía de la costa. De la puerta este partía la calzada que unía con Carteia, y de la oeste el tramo que conducía a Gades. Son mucho los testimonios de sus relaciones con ciudades norteafricanas, principalmente con Tingis (Tánger), de donde procedían sus ladrillos con los que se construyeron sus termas.

Los hallazgos numismáticos parecen confirmar que la ciudad de Bailo (nombre que aparece en las monedas) se habría fundado hacia finales del siglo II a.C. La ciudad tiene algo más de 13 hectáreas con una configuración urbanística adaptada a la topografía del terreno a base de terrazas perpendiculares a la pendiente y escalinatas. En ninguna otra parte de la Península Ibérica es posible extraer una visión tan completa del urbanismo romano como en Baelo Claudia enmarcado bajo un espectacular paisaje que impregna la retina del viajero. 

Baelo Claudia representa un claro referente para el conocimiento del urbanismo romano y la vida en una ciudad durante el Imperio Romano. Allí se localizan todos los elementos representativos que constituyen la esencia de una ciudad romana, es decir: el foro, los templos, la basílica, los edificios de carácter administrativo como la curia, el archivo, el mercado, el teatro, las termas, el barrio industrial, los acueductos, la muralla completa, etc.

Las vías por la que se articula Baelo Claudia sobre un trazado perfectamente regular se caracterizan por seguir con exactitud los modelos urbanísticos de Roma, con calles perpendiculares entre las que destacan dos principales: el “Decumanus máximus”, con orientación este-oeste, y el “Cardo máximus”, de norte a sur. En la unión de ambas se solía situar el Foro fechado en el siglo I d.C. como el auténtico corazón de la ciudad. Una gran plaza pública rectangular pavimentada de 37x30 metros en torno a la cual se sitúan una serie de grandes edificios administrativos, políticos y religiosos.


Sabemos que estaba porticada en sus lados este y oeste. En el lado norte del Foro se localiza una terraza o rostra, elevada sobre la plaza, desde donde los oradores realizaban sus discursos políticos. Detrás de ésta se encuentra una fuente monumental revestida de mármol. A ambos lados, se localizan las escalinatas que dan acceso a la plataforma de los Templos.

En el centro de este lado encontramos una fuente monumental revestida de mármol que cumplía una doble función como elemento ornamental y práctico, al servir de drenaje de las infiltraciones de agua de lluvia procedentes de las terrazas superiores. A los lados se observan las escalinatas por donde se accede a la plataforma de los tres templos dedicados a la Tríada Capitolina, que dominan el conjunto. El lado sur estaba ocupado por la Basílica, edificio destinado a la administración de la justicia.. En el lado oeste tendríamos la Curia o senado local. Al este había una serie de tiendas (tabernae) que pierden su función cuando se construye el mercado.

El Decumanus Maximus conserva su enlosado original y su ondulación refleja los terremotos que sufrió la ciudad. Se orienta al oeste coincidiendo con dos de las puertas de acceso. A lo largo de su trazado se disponían tiendas, el edificio del mercado público y la plaza sur del Foro. Presentaba pórticos a ambos lados, en algunos tramos elevados sobre el nivel del pavimento central, de los que se conservan capiteles y otros elementos de variada morfología. De la ausencia casi total de rodaduras de carro sobre las losas se puede deducir que el Decumanus Maximus constituiría la calle principal de comercio y de relación social pero no debió ser lugar por donde se desarrollaba el tráfico rodado.

La Basílica construida en el siglo I d.C. era la sede local de la administración de justicia y uno de los grandes edificios públicos de Baelo. Ocupaba el lado sur del Foro, al que abría tres puertas, mientras existía un único acceso desde el Decumanus Máximus. De planta rectangular, contaba con un único espacio con columnas que sostenían un segundo piso con una galería abierta al patio central, en el que se desarrollaba la actividad cotidiana de jueces y magistrados.



Una estatua colosal del emperador Trajano, dispuesta sobre un pedestal revestido de losas de mármol, presidía la sala. La figura de Trajano representa al primer emperador de origen hispano vestido con toga y apoyado en el cuerno de la abundancia. La estatua original se conserva en el Museo de Cádiz.

La Basílica fue destruida por el gran terremoto que afectó a la ciudad a comienzos del siglo III d.C.

En el extremo sur del Cardo de las Columnas hubo a principios del siglo II de nuestra era dos grandes casas privadas -domus- de similar calidad y estructura interna: la Casa del Oeste y la Casa del Reloj de Sol. Tenían superficies similares, unos 500 metros cuadrados con piso superior. Se organizaban en torno a un patio, alrededor del cual se disponían habitaciones con paredes estucadas y decoradas con motivos pintados de tipo vegetal y geométrico. La fachada orientada a la calle principal presentaba una galería soportada por columnas que acogía tiendas “tabernae”. Estas viviendas pudieron pertenecer a los distintos comerciantes o propietarios de la factoría de salazón.


Las estatuas e inscripciones eran muy abundantes en las ciudades romanas. Las excavaciones desarrolladas en Baelo Claudia han sacado a la luz interesantes elementos escultóricos que formaron parte de la ornamentación de edificios públicos Estaban dedicados no sólo a la casa imperial o a las divinidades, sino también a miembros de las oligarquías locales. 




El teatro de Baelo Claudia aprovecha la pendiente natural para asentar el graderío. Fue edificado en la segunda mitad del siglo I a.C., perdiendo su función en el siglo III d.C. El muro exterior presenta nueve entradas abovedadas que dan acceso a los distintos niveles del graderío o cavea. El público accedía a las distintas zonas según su condición social a través de unas puertas labradas en piedra denominadas vomitorios. 



La “orchestra” era accesible desde las puertas laterales. Estaba delimitada al sur por el escenario, una construcción rectangular que se apoyaba en las “parascaenia” o vestíbulos laterales. El “pulpitum” separaba la orchestra del escenario y estaba revestido de mármol y estucos pintados. El muro de la escena “scanea” disponía de cinco puertas que facilitaban el movimiento de los actores.

La “Tríada Capitolina” conformaba el centro religioso de Baelo Claudia. Estaba formada por el templo de Júpiter “padre de los dioses romanos”, Juno “diosa del matrimonio y esposa de Zeus” y Minerva “diosa de la sabiduría, de las artes y de la guerra” y se alzan sobre el enlozado de la plaza pública “Forum”. La triada representaba la religión oficial de la urbe y que conformaba el centro sacro de Baelo. Su situación dominante no es casual y simboliza la sumisión de la vida administrativa y política a la divinidad bajo cuya protección se desarrolla la vida ciudadana. Se trata de tres edificios independientes, separados entre sí por estrechos pasajes. 

A partir del siglo I proliferan en el Imperio los cultos de origen oriental, entre ellos el de Isis, localizado al lado del Capitolio, que era en la mitología egipcia la esposa de Osiris y vencedora de las potencias nocturnas. Llegó a ser considerada como Principio Femenino Universal, "diosa entre las diosas". El templo dedicado a Isis en Baelo Claudia se localiza en un lugar preferente de la ciudad, dominando el foro y junto a los dedicados a la Triada Capitolina. Ello indica la importancia que tuvo aquí su culto.



Baelo Claudia tuvo tres áreas de necrópolis, dos de ellas situadas a lo largo de las salidas este y oeste de la ciudad (Carteia y Gades), jalonando el camino, y otra posterior junto a la muralla oriental, entre las puertas este de los decumenus y del teatro, cercano al acueducto de Punta Paloma. La más conocida es la necrópolis sureste, en la que encontramos dos ritos funerarios: la incineración, entre el siglo I a.C. y I d.C., y la inhumación, de los siglos III y IV.

La forma más sencilla de enterramiento es la fosa excavada en la tierra y compuesta por dos elementos: la urna cineraria y los vasos de ofrendas. Otros enterramientos más complejos son los pequeños monumentos funerarios en forma de cubo y de paralelepípedo, y las cuppae; los mausoleos de dos cámaras; los recintos funerarios con torre; y los enterramientos turriformes, que tienen su origen en Egipto, aunque en este caso el modelo debió tomarse directamente del norte de África, donde este tipo de tumbas había alcanzado gran difusión.

Una característica singular de la necrópolis de Baelo es el empleo de betilos: piezas cilíndricas o troncónicas con o sin base, labradas en piedra caliza; otras veces son simples guijarros de cuarcita que intentan representar un torso humano. Se colocaba al exterior del monumento funerario de cara al mar. Los betilos aparecen en Baelo desde momentos de Claudio hasta al menos el siglo III d.C.


En Cádiz se han producido numerosos hallazgos funerarios de la época romana, sobre todo en el istmo “la actual Puerta de Tierra”, lugar por donde discurría la Vía Augusta. Los enterramientos se disponían en torno a esta calzada y otros caminos secundarios, organizados en áreas separadas por muros o alineaciones de ánforas clavadas en la arena.

Coexistieron los rituales de inhumación, de tradición fenicio-púnica, y cremación, que comenzó a practicarse con la incorporación de la ciudad a la órbita romana. Hay gran variedad de enterramientos: fosas en la arena, tumbas construidas con sillares de piedra ostionera, con tegulae (tejas), enterramientos infantiles en ánforas, “columbarios”, tumbas familiares con cámaras subterráneas provistas de varios nichos, etc. Era muy habitual señalizarlas con cipos y estelas, elementos de tradición fenicio-púnica, aunque también se localizan pedestales y altares funerarios en mármol, elementos más relacionados con las costumbres romanas.




En época romana las termas fueron edificios destinados a la higiene y al ocio. Podían ser lujosas (thermae) o de reducidas dimensiones (balnea). Su mayor o menor importancia derivaba de la importancia de la ciudad, de la villa rústica o del yacimiento en el cual se encontrasen, pudiendo por ellos ser edificios públicos o privados. En Hispania todas las ciudades disponían de uno o varios complejos termales, que permitían el baño o la relajación. Contaban con espacios con zonas frías (frigidania), templadas (tepidaria) o calientes (caldaria), junto con piscinas, bañeras, saunas y salas de uso diverso como vestuarios, palestra. Eran lugares importantes para la reunión y ostentación social.

Las termas romanas constituyen los antecedentes de los baños árabes (hamman) y los actuales balnearios.

Baelo Claudia contó al menos con unas termas urbanas en el interior de la ciudad, situadas al oeste del foro. La pujanza económica de esta ciudad pesquera conllevó la construcción de un segundo complejo termal en el extremo suroeste de la ciudad, localizado en recientes excavaciones arqueológicas fuera del recinto amurallado y junto a la playa. Ambos edificios fueron construidos en la primera mitad del siglo II d.C. en época de Trajano o Adriano, los grandes emperadores hispanos.

Los espacios termales requerían la constante presencia de agua, que llegaba a estos edificios a través de acueductos y cisternas. La abundante presencia hídrica hacía necesario el uso de suelos impermeables realizados con un tipo de revestimiento romano denominado “opus signinum”.

Para poder calentar algunas de esas habitaciones se conectaban con hornos situados al exterior. De esa manera, el aire caliente se introducía bajo los suelos de las estancias denominados "hipocaustos". Y desde allí al techo a través de dobles tabiques en las paredes -concamerationes-, permitiendo su correcta distribución por las habitaciones calefactadas. Para ello, se utilizaron ladrillos de formas especiales.

La búsqueda de la ostentación en las termas, se consiguió decorando las paredes con pinturas, mosaicos y mármoles, logrando decoraciones de la máxima calidad. Las excavaciones de Baelo Claudia han sacado a la luz restos de mosaicos polícromos decorados con temática marina como peces, cefalópodos, etcétera, cornisas y placas de mármol de diversas calidades y colores procedentes de las distintas canteras de Hispania y Portugal.

Las termas marítimas de Bolonia se situaron fuera de la muralla y en primera línea de costa, junto a las instalaciones portuarias.

Durante las excavaciones coincidentes con la esquina noroeste durante los años 2011 a 2013 se ha descubierto una parte mínima del complejo, gracias a la cual se puede asegurar que estos baños fueron de mayores dimensiones que los ubicados dentro de la ciudad.

Actualmente se conoce una cisterna, situada a mayor altura, que permitía el suministro de agua procedente de un cercano acueducto. Fue construido en el siglo II d.C. en un momento de gran pujanza económica para Baelo Claudia, gracias a la importancia de sus almadrabas y pesquerías. Estuvieron en uso durante unos 200 años, abandonándose en época del gobierno de los emperadores Diocleciano o Constantino, es decir a finales del siglo III o inicios del siglo IV. Antes de su abandono fueron parcialmente expoliadas.


Pero el aspecto fundamental de Baelo Claudia lo constituía el agua dulce al precisar de un caudal considerable y constante para la vida, la industria y las termas públicas y privadas. La vida civilizada no se entendía sin agua, por lo que los gobernantes de Baelo Claudia realizaron grandes obras de ingeniería para llevarla a las fuentes públicas. 

Para ello, construyeron un completo abastecimiento de agua potable por medio de tres acueductos, entre los cuales destaca el oriental, que arranca de Punta Paloma, a 8 km. y dos que entraban en la ciudad por el oeste y que aportaban agua de la Sierra de la Plata. 

Para evacuar las aguas pluviales y residuales se dispuso de un eficaz sistema de drenaje. Ya en el recinto urbano, el agua se distribuía por cañerías de plomo o de cerámica. Posteriormente, las aguas usadas y las fecales “aqua caduca”, eran recogidas en un complejo “sistema de cloacas” que aseguraba la salubridad de la población.

El material que más se empleó en la construcción de la ciudad fue la piedra, fundamentalmente caliza y calcarenita. Esta última se extraía de las vecinas canteras de Punta Camarinal y Paloma Alta. La cercanía de la primera respecto al mar permitió un cómodo transporte en barca hasta la ciudad.

La técnica de extracción consistía en practicar unas ranuras en la roca, donde se introducían cuñas para realizar empujes con palancas. Los trabajos debieron contar con abundante mano de obra especializada, pues el grado de elaboración de las piezas antes de su transporte era notable. La calcarenita se usó generalmente para elementos sustentantes, mientras que la caliza se destinaba a mampuestos de muros, losas de calle y pavimentos de edificios públicos. No había canteras de mármol en las proximidades de Baelo Claudia, por lo que sus mármoles proceden de otros lugares de la Península y del Mediterráneo.


Los fenicios, griegos y cartagineses observaron que llegando la primera luna de mayo, los grandes atunes rojos migraban desde las frías aguas del Océano Atlántico a las cálidas del Mare Nostrum para desovar, cruzando el Estrecho de Gibraltar como paso obligado, muy cerca de las costas y regresaban de nuevo en otoño a su punto de origen.

Los fenicios fueron los primeros en utilizar la almadraba de tiro como arte de pesca construyendo factorías de pescado en la zona y de ese modo obtener esos valiosos recursos del mar calando durante los meses de marzo y abril. Fueron los fenicios en el año 1100 a.C. los que enseñaron el arte de la pesca con almadrabas de tiro y técnicas de salazón a los habitantes de esta tierra. La ruta del atún -desde tiempos ancestrales- ha marcado la historia y la cultura de estos pueblos con esencias marineras.

Los romanos de Baelo Claudia relanzan esta actividad y extienden la fama de sus productos que obtuvieron una alta consideración por todo el Imperio. Esta zona privilegiada estuvo ligada en esencia a las industrias del salazón del pescado, donde se fabricaba el famoso “garum”, una salsa realizada con restos de vísceras fermentadas del atún que eran altamente apreciada en la época, convirtiéndose en la salsa gastronómica más apreciada en Roma y según Plinio, con un valor sólo comparable sólo al de los perfumes.

Los restos de vísceras del atún en salazón se dejaban en salmuera al sol y se envasaban en ánforas para ser exportadas por mar al resto del Imperio Romano. El atún de almadraba llegaba todas partes del Imperio procedente de las capturas de las almadrabas del sur de la Península Ibérica.


En el Estrecho como marco privilegiado para la pesca se pueden encontrar gran variedad de especies marinas y migratorias, destacando el atún rojo, que cruza dos veces al año para realizar el desove en el Mar Mediterráneo y volver al Atlántico. No es nada extraño que en las acuñaciones de Baelo Claudia hayan aparecido monedas con los peces, la espiga de trigo o la vaca como elementos decorativos.



La pesca y el comercio ultramarino, han estado siempre dependientes de la benevolencia del mar “Mare Clavsvum, mare apertvm”. El flujo migratorio de los atunes que se desplazan cada año hacia el “Mare Nostrum” desde el Océano Atlántico hace que la actividad del salazón así como las salsas y conservas de pescado prestigien esta zona meridional del Imperio Romano, hasta el punto de dedicarles grandes escritores de la Antigüedad numerosas citas y obras literarias. Las factorías de salazones de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz) son las mejores documentadas del Mediterráneo Occidental. 

Los barrios industriales estaban ubicados cerca de la playa y dedicados al salazón del pescado.

En el área industrial de la ciudad y asociadas a la producción de las factorías de salazón encontramos una importante colección de ánforas de diferentes tipos, formas y origen de fabricación, que eran utilizadas para el almacenamiento y transporte de productos elaborados en la ciudad como el pescado en salazón o la salsa “garum”. Estas mercancías se embarcaban con dirección a los principales puertos del Mediterráneo, donde eran muy cotizadas, como se constata en la abundancia de ánforas de procedencia hispánica aparecidas en los depósitos imperiales de Roma.

Terminada nuestra visita al Museo y a antigua ciudad de Baelo Claudia con la ensenada como testigo de nuestra grata visita nos dirigimos a través de una pasarela de madera -de apenas 1 km.-, para observar en toda su magnitud el Monumento Natural “Las Dunas de Bolonia”.


Las Dunas de Bolonia como Monumento Natural tiene aproximadamente 30 metros de altura máxima y cerca de los 200 metros de anchura. Consiste en un sistema de trenes dunares vivos que migran y montan sobre los relieves de Punta Camarinal, al oeste de la ensenada de Bolonia.

El conjunto denominado barjanal, por sus dunas en forma de media luna perpendiculares al viento y con pendientes desiguales, es de los pocos transgresivos de Andalucía, es decir, que progresa tierra adentro. Alimentado por el viento de levante, va invadiendo el pinar del pino piñonero repoblado con matorral y de alto valor ecológico.

Desde los años 30 del siglo pasado se intentó detener el progreso de la duna hacia el pinar, mediante vallas y estructuras. A principios de este siglo se abordaron técnicas “blandas” como la revegetación o el tablestacado, que buscaban estabilizar la pendiente tanto a barlovento como a sotavento. Una vez conseguido este objetivo se pretende consolidar la cobertura vegetal replantando especies autóctonas, para estabilizar así la duna.



Una zona donde brilla con luz propia el atún de almadraba, pero eso formará parte de otra interesante historia.

Desde la antigua Baelo Claudia para el Blog de mis culpas...




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