domingo, 18 de junio de 2023

Una visita al Museo Naval de Madrid

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Con nuestro particular mascarón de proa orientado en anteriores visitas al Buque Escuela Juan Sebastián Elcano en el puerto de Cádiz donde visitamos el cercano monumento a Blas de Lezo y tras haber visitado en San Fernando el Real Observatorio de la Armada "el guardián del tiempo" aprovechamos los vientos alisios que nos acercan a través de la ruta del Quijote hasta llegar al Museo Naval de Madrid ubicado en el Paseo del Prado, muy cerca de la Plaza de la Lealtad como lugar emblemático. Nos espera una didáctica visita que nos proporcionará valiosos argumentos para plasmarlos en el blog de mis culpas y compartirlos con nuestros amigos.

La Plaza de la Lealtad cuyo grupo escultórico tiene una llama permanente a los Caídos del 2 de mayo de 1808 y por España se erige en el mismo lugar donde Murat, cuñado de Napoleón Bonaparte, ordenara fusilar a numerosos madrileños patriotas que participaron en el levantamiento del 2 de mayo de 1808.

Es cierto que una de las más brillantes páginas de la historia de España han sido escritas sobre las cubiertas de los buques de la Armada española. Pero al mismo tiempo, también será justo reconocer que una de las páginas más luctuosas y vergonzosas de nuestra patria pertenecen por derecho propio al reinado de Carlos IV y de su inefable hijo Fernando VII que tendrán graves consecuencias para el prestigio de nuestro país.

En el desastre de Trafalgar ocurrido el 21 de octubre de 1805 [en tiempos de Carlos IV] perdimos a la flor y nata de nuestra Armada “Churruca, Gravina o Alcalá Galiano entre otros grandes marinos”. Años más tarde, Fernando VII no sólo se conformó con respaldar el motín de Aranjuez entre el 17 y 19 de marzo de 1808 sino que para más ”inri”, durante la Guerra de la Independencia se alegrará cada vez que las tropas de Napoleón vencían a las españolas desde su exilio dorado en Valençay.


Familia de Carlos IV. Óleo sobre lienzo 1800. Francisco de Goya


Una de las páginas más vergonzosas de la Historia de España tuvo lugar cuando Carlos IV consiguió que su hijo Fernando VII renunciara a la Corona de España y que su padre abdicase en favor de Napoleón a cambio del Palacio de Chambord y una renta anual.

Napoleón le ofreció a Fernando VII un castillo y una pensión anual de 4 millones de reales por devolverle la corona a su padre Carlos IV aceptando el 6 de mayo de 1808. Fernando VII ignoraba que su padre ya había renunciado en favor del emperador por la suma de 30 millones anuales.

Otra felonía del inefable Fernando VII será felicitar a Napoleón por sus triunfos en España, desde su exilio dorado en Valençay.

…Y la enésima felonía será pedir por carta a Napoleón ser su hijo adoptivo:

"Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de S. M. el emperador nuestro soberano. Yo me creo merecedor de esta adopción que verdaderamente haría la felicidad de mi vida [...]".

 


Fernando VII con manto real [1814-1815]. Óleo sobre lienzo. Francisco de Goya


Con Fernando VII se irá erosionando la identidad entre españoles "fernandinos frente a constitucionalistas". No hace falta recordar las continuas traiciones a la Constitución de 1812 “La Pepa” de Fernando VII, ni la muerte de Riego en la Plaza de la Cebada en Madrid, ni el fusilamiento del general Torrijos con cuarenta y ocho de sus hombres en la playa de San Andrés, en Málaga, ni la muerte de Mariana de Pineda en Granada por orden del tirano, ni la década ominosa…


Pero volvamos al Museo Naval de Madrid como memoria visual de la historia de España…

Entre el dios Neptuno [dios romano del Mar y de los Océanos] y la diosa Cibeles [diosa griega de la Madre Tierra] se encuentra el Museo Naval de Madrid. Su entrada en madera nos recuerda las cuadernas o costillas de un barco encajadas perpendicularmente sobre la quilla.

El Museo Naval fue inaugurado en 1843 en el Palacio de Consejos, en la calle Mayor de Madrid. El continuo incremento de sus colecciones obligó a cambiar de sede en varias ocasiones hasta su traslado definitivo, en 1932, en el actual cuartel General de la Armada, entonces Ministerio de Marina.

A través de sus salas con numerosos cuadros, instrumentos marinos, mascarones de proa, maquetas o paneles ilustrativos realizamos un recorrido por la historia naval española, desde finales de la Edad Media hasta la actualidad, dando a conocer la contribución de la Armada al progreso social, cultural, económico, militar y científico de España y del mundo.

Los que somos profanos en la materia siempre hemos tenido presente los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós "Trafalgar", "Las Cortes de Carlos IV", "El 19 de marzo y el 2 de mayo", "Bailén", "Zaragoza", "Cádiz", "Los cien mil hijos de San Luís", etcétera,  sin olvidar la lectura de libros y revistas de historia que irán cayendo en nuestras manos, libros que al mismo tiempo nos permitirá viajar con la imaginación por los océanos del mundo con el descubrimiento de América, el Imperio Azteca, El Imperio Inca,  la Primera Vuelta al mundo con Magallanes y Elcano, el Archivo de Indias, la batalla de Lepanto con Cervantes como su marino más ilustre, la defensa de Cartagena de Indias con Blas de Lezo, la batalla de Trafalgar o la pérdida de los últimos jirones de nuestro frágil Imperio en 1898 con "Los últimos de Filipinas en el sitio de Baler", entre otros acontecimientos históricos.

Nuestro recorrido histórico por el Museo Naval nos irá refrescando la memoria:

1. La Mar en la génesis de España. Siglos XIII al XV

2. La Era de los Descubrimientos. Siglos XV y XVI

3. Donde nunca se pone el sol

4. La creación de la Real Armada. Siglo XVIII

5. El fin de un Imperio. Siglo XIX

6. La recuperación de la Armada. Siglos XX y XXI


Salas Monográficas

· La Edad de Oro de la Construcción Naval en España. Siglo XVIII

· La defensa de las rutas marítimas comerciales. Siglos XVI y XVII

· La construcción naval en la Era del vapor [1833-1931]

· La Armada en la actualidad




Los descubrimientos que iniciara el Almirante Cristóbal Colón en 1492 servirán de prólogo para una larga serie de expediciones marítimas tendentes a conocer la geografía de América y Oceanía, a encontrar rutas de comunicación por el estrecho de Magallanes y a través del Pacífico y a reconocer las costas para trazar cartas de navegación útiles para los navegantes.

Durante los siglos XV, XVI, XVII y XVIII surgen marinos de la talla de Cristóbal Colón, Juan de la Cosa, Vicente Yáñez Pinzón, Américo Vespucio, Juan Díaz de Solís, Vasco Núñez de Balboa, Magallanes, Juan Sebastián Elcano, Legazpi, Urdaneta, Fernández de Quirós, Sebastián Vizcaíno, Córdoba, Bodega y Cuadra, Malaespina, Alcalá Galiano y Cayetano Valdés por citar algunos de los marinos más conocidos que navegaron miles de millas marinas para dar a conocer a la Humanidad como era el mundo en su época.

Como es imposible plasmar sobre unas breves páginas toda nuestra visita al Museo Naval de Madrid, sirvan unas humildes pinceladas a nivel cronológico.



Cristóbal Colón 

Terminada la “Reconquista” España necesitaba encontrar una vía marítima que les permitiera llegar a la ruta de las especias sin tener que bordear África en manos de los portugueses, mientras los sarracenos ejercían su influencia en la ruta terrestre de las especias.

En España y Europa era necesario conservar la carne y para ello, existía una gran demanda de sal y de pimienta, ésta última procedía de Oriente y de África Occidental, en manos portuguesas.

En la Europa medieval se codiciaba como producto de verdadero lujo las especias de Oriente considerada “oro vegetal” cuyo comercio se encontraba monopolizado por las repúblicas italianas y cuyo valor crecía exponencialmente al pasar de mano en mano durante las largas rutas terrestres. A mediados del siglo XV, su alta demanda coincide con el cierre de la Ruta de la Seda por el imperio otomano [Xi´an "China", Samarkanda "Uzbekistán", Estambul "Turquía" y Venecia como punto de partida.

Las especias [clavo, canela, nuez moscada, jengibre y pimienta] alcanzaban entonces unos precios desorbitados, lo que servirá de estímulo para atravesar los océanos desconocidos.

En 1492 Castilla había confiado su viaje a Oriente a Cristóbal Colón mientras los portugueses bajaban por las costas de Guinea para expoliar marfil, azúcar, esclavos y oro creando un gran imperio comercial con factorías en Madeira, Cabo Verde, Cabo Bojador y Guinea, aunque no penetrando en su interior, por su débil demografía.

Su potente marina barrería a cañonazos las frágiles naves musulmanas que habían convertido el Océano Índico en su Mediterráneo islámico. Los portugueses emplearían pilotos árabes aprovechando sus conocimientos en la utilización de los monzones. Una verdadera talasocracia "dominio marítimo".

En 1487, Bartolomé Díaz dobla el Cabo de las Tormentas que a partir de ahora se llamará el Cabo de Buena Esperanza mientras Vasco de Gama llega a Calicut (Calcuta) el 20 de mayo de 1498, en la costa occidental de la India. En 1501, Cabral llega a Brasil.

Cristóbal Colón buscaba una vía oceánica por Occidente que le condujera a la ruta de las especias, pero se encontró con la isla de Guanahaní “San Salvador” en las Bahamas, Cuba y La Española “Santo Domingo”. Lo que desconocían los navegantes de la época era que entre América y Asía existía el Océano Pacífico.


Tumba de Colón en la Catedral de Sevilla

Cristóbal Colón arribaba a las costas de América, seis años antes de que Vasco de Gama llegase a la India. Incluso veinte años más tarde del viaje de Colón, muchos cartógrafos se obstinaban en negar la existencia del continente americano al que consideraban un apéndice de Asia. El centro de gravedad económico comenzaba a desplazarse del Mar Mediterráneo y Mar del Norte hacia el inmenso océano, señalando el ascenso de España y Portugal, seguidos más tarde por Holanda, Francia e Inglaterra. Comenzaba la expansión de la influencia europea sobre el resto del mundo.

De América comenzaban a venir productos coloniales como la patata, el maíz, el tomate [el gazpacho carecía de tomate al no conocerse en España], el tabaco, la caña de azúcar o el chocolate "chocahuatl azteca".

América aparece en la proa de los españoles como un inesperado obstáculo en el camino hacia las Islas de las Especias. Durante veinticinco años se busca sin cesar un paso que permita avanzar hacia el oeste, pero, fracaso tras fracaso, el Nuevo Mundo se revela como un continente infranqueable. Castilla no abandona el objetivo, pero se queda rezagada en la carrera a Oriente. Portugal que lleva años explorando el norte de África, toma la iniciativa en el camino a Oriente y se dirige al este bordeando el continente africano.

Durante el tercer viaje, Colón mandó cinco buques cargados de indios para España [a 4.500 maravedíes por cabeza]. La llegada de aquel cargamento viviente enfadó a la reina Isabel que sintió gran compasión y una indignación sin límites.

La reina Isabel había dejado en su testamento tratar a los indios como súbditos castellanos, sin maltratarlos ni esclavizarlos, sino cristianizarlos y civilizarlos. Aunque la Corona intentaba proteger a los indios con leyes humanitarias para la época [Cédula de los Reyes Católicos a Nicolás de Ovando, 16 de septiembre de 1501], cuando los documentos llegaban a América, se convertían en papel mojado, continuando los patrones explotando a los indios en las minas y en los campos de cultivo.

En 1500 la Reina Isabel consideró que esclavizar a los indios era pecado. Tan sólo se esclavizarán a los caribes por ser caníbales y no someterse a la Corona.


A partir de ese momento:

¡Todos los indios serán considerados caribes!, hasta su abolición en 1542.

¡Quién iba a distinguir a un taíno de un indígena caribe en aquella Europa del siglo XV-XVI a 4.500 maravedíes por cabeza en el mercado de esclavos!


Fray Bartolomé de las Casas (1484-1566)

El padre dominico Fray Bartolomé de las Casas como describe Antonio de Alcedo: “propuso para liberar a los indígenas de la servidumbre, llevar negros esclavos para el trabajo” [aunque de ello llegara a retractarse].

Refutó las tesis de aquéllos que defendían la superioridad europea frente a los indígenas. De las Casas, condenaba la encomienda que la consideraba una esclavitud. Pasaría cincuenta años de su vida luchando activamente contra la esclavitud, lo que dará lugar a la mejora del estatus legal de la población indígena “Leyes de Indias”.

En 1514 el dominico español y defensor infatigable de los derechos de los indígenas, conmovido por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas [inevitables en toda colonización] renunció a su propia encomienda denunciando vigorosamente la forma de esclavitud encubierta de los indios.


El pueblo taíno

El descubrimiento de América puso a los castellanos en contacto con las nuevas culturas indígenas. Etimológicamente “taíno” significa “noble y bueno”, fue el pueblo que a la llegada de los españoles habitaba en gran parte de la actual Santo Domingo, Puerto Rico, Jamaica y este de Cuba “Guanahaní”. Desconocedores del metal, su economía se basaba en la agricultura, la caza y la pesca, así como una destacada actividad comercial artesanal, siendo sobresalientes en la escultura y el tallado de la piedra volcánica.

La etimología del término cacique hace referencia a su origen taíno que eran los habitantes precolombinos de Centroamérica que designaban a los jefes indígenas a través de los cuales los conquistadores españoles gobernaron sus colonias en el Nuevo Mundo y que el sacerdote e historiador español Francisco López de Gómara en 1552 hace referencia en su libro "Historia General de las Indias" cuando menciona al cacique “Guacanagari” como jefe de un cacicazgo en la isla La Española durante la llegada de Cristóbal Colón en 1492.

Los hijos del cacique Guacanagari, que Colón había llevado a la corte de Castilla tras su primer viaje, fueron bautizados como don Juan de Castilla y don Hernando de Aragón, un puesto de la más alta aristocracia.

En el siglo XIX y XX, muchos españoles utilizarán el término cacique fuera de su contexto original para mencionar a la oligarquía en el hábitat rural que utilizaba sus influencias para potenciar el clientelismo político. La imagen de los caciques ha quedado reflejada en la obra de Lorca "La casa de Bernarda Alba" y en Miguel Delibes con "Los Santos Inocentes" por citar algunos ejemplos significativos.


Mapa original de Juan de la Cosa. Año 1500


Juan de la Cosa


La carta de Juan de la Cosa es la más antigua conocida en la que aparece la representación de América. Su autor, que participó en el primer viaje de Colón, la dibujó en 1500 en el Puerto de Santa María. Geográficamente, se trata de la más completa expresión del mundo conocido en aquel tiempo. Es probable que se hiciera con la intención de mostrar a los Reyes Católicos la extensión de su creciente Imperio ultramarino y tras las últimas exploraciones realizadas por portugueses e ingleses. Esta circunstancia explicaría sus extraordinarias dimensiones, la riqueza de los materiales empleados junto con la exhaustiva y actualizada información geográfica que contiene.


Maqueta de la carabela Santa María. Museo Naval de Madrid


La nao “Santa Maria” era propiedad del marino Juan de la Cosa. Cristóbal Colón la eligió como capitana de su armada por ser de mayores dimensiones. Al llegar a América, su gran calado provocó que encallara y con sus restos se construyó el Fuerte de la Natividad. Colón realizó el viaje de vueta a bordo de la carabela “Niña” cuyo modelo se construyó para conmemorar el IV Centenario del Descubrimiento de América.


..¡Y en eso llegó Cortés!

Cuenta la leyenda que Quetzalcoatl bajo de los cielos para transmitir su sabiduría a los seres humanos, y que les trajo un regalo “el cacao”. Furiosos por el hecho de regalar un alimento divino, los otros dioses lo expulsaron, pero él prometió volver …"Por donde sale el sol".

¡Y fue por el Este, por donde llegó Hernán Cortés!

Las tradiciones mayas hablaban de unos hombres barbados, hijos del cielo y de poder invencible, que arribarían un día a sus costas "el retorno de los señores blancos", aunque tal vez sea un mito. Es posible que entre los siglos VII al IX visitaran aquellas costas hombres altos y rubios [los vikingos], en Chichén Itzá, en la península de Yucatán. Por eso, Moctezuma no lucha y Cortés fue recibido con todos los honores siendo agasajado con el alimento de los dioses: el Xocoatl “cacao”.  

Los Aztecas confundieron a Hernán Cortés con el dios exiliado que venía del Este, a quien representaban con la piel blanca y barba. Por ello, no opusieron resistencia a la invasión. La rebelión desesperada de los aztecas al poco tiempo de la llegada de Cortés será un suicidio sin esperanza. 

Chocolate proviene del náhuatl “xocolatl o chocahuatl” al igual que denominaban “cacahuatl” al cacao, tomate "tomatl", aguacate “ahuacatl”, chicle “tzictli”, entre otros términos.


Monumento a Hernán Cortés en Medellín [Badajoz, Extremadura]


Existen personas que consideran el monumento de Hernán Cortés como una falta de respeto hacia los pueblos indígenas al entender su figura como la de un conquistador orgulloso con el estandarte de Castilla y con su pie izquierdo pisando la cabeza de un ídolo azteca como agravio a un pueblo. Para evitar nuevos atentados contra el monumento como el ocurrido en agosto de 2010 tal vez sería conveniente para no herir sensibilidades sustituir el ídolo azteca bajo el pie de Cortés por una piedra en bronce y todos "más feliz que una perdiz". Aunque doctores tiene la historia...



En 1325 los mexicas llegaron al Lago Texcoco en cuyas riberas vieron un águila que, posada en un nopal [cactus], devoraba a una serpiente. Allí fundaron Tenochtitlán. El águila que devora la serpiente se ha incorporado a la bandera mexicana. El náhuatl es una lengua viva, la segunda de México después del español.

En 1430 los mexicas se hicieron poderosos sojuzgando a otros pueblos, que sometieron a base de tributos en personas y bienes. En la cúspide social del Imperio se encontraba el tlatoani, una especie de dios. Nadie podía mirarlo a la cara.

Si los hijos de Quetzalcóatl habían llegado a sus costas, mejor congraciarse con ellos, pensó Moctezuma [dos culturas tan distintas y tan distantes].

Entre los héroes anónimos que acompañaron a las tropas españolas durante la conquista de América, en el siglo XVI, destacó por su ferocidad e inteligencia "Becerrillo" [adiestrado en La Española], demostrando su eficiencia a la hora de dar caza a los enemigos, siendo capaz de distinguir entre los indígenas de los conquistadores.

Es evidente que muchos habitantes del actual México, pensarán que éstos perros no fueron héroes sino verdaderos asesinos. Becerrillo [cruce entre dogo y mastín] fue enterrado con honores de soldado. Entre sus descendientes, cabe destacar a "Leoncico", que acompañaría a Vasco Núñez de Balboa [también extremeño, de Jerez de los Caballeros] en el descubrimiento del Océano Pacífico.

Las naves de Cortés partieron del puerto de Santiago de Cuba el 10 de febrero de 1519. Cortes tenía armas de choque muy poderosas que producían pavor a los indígenas: el caballo, los temibles perros de raza "alanos", las armaduras y las armas de fuego. Aquel 14 de marzo de 1519 el cacique Tabscoob, será derrotado junto a miles de indios, pidiendo la paz. En aquel lugar fundaría Cortés "Santa María de la Victoria".

El cacique Tabscoob “tabasco, que en lengua náhuatl significa tierra caliente y húmeda” le dijo al conquistador español Juan de Grijalva [1490-1528] que allá donde se pone el sol existía un lugar llamado “culúa-mexica” donde abundaba el oro. Era la primera vez que aparecía la palabra México en los oídos españoles “el encuentro entre dos mundos”. Juan de Grijalva llevaba la noticia del “Dorado México”.

Cortés dejó embarazada a la indígena Malinche “atrapada entre dos culturas”, que hablaba el idioma de los mexicas y el maya yucateca, y que junto con Jerónimo Aguilar, que hablaba maya y español sería muy útiles durante la conquista.

En México celebran la memoria del onubense Gonzalo Guerrero (1470-1536), jefe maya en la conquista del Yucatán, considerado como el padre del mestizaje. Luchó al lado del pueblo indígena destacando por su valentía, pericia y dotes militares e instruyendo a sus nuevos hermanos en el arte de la guerra. Cuando le ofrecieron la libertad, este decidió quedarse con el pueblo indígena. Más tarde, terminaría casándose con Zazil Há, la hija de un jefe maya con la que tuvo hijos, los primeros mestizos.

Los pueblos mayas y mexicas tenían el mal hábito de raziar a sus pueblos vecinos como toltecas, olmecas, chichimecas, totonacas, etcétera, para proveerse de prisioneros jóvenes cuya sangre y corazón ofrecían al dios solar Huitzilopochtli y echar el cadáver caliente, escaleras abajo al pueblo.

Hernán Cortes fundó Veracruz el 22 de abril de 1519, Viernes Santo (día de la Vera Cruz). Será el primer pronunciamiento de nuestra historia. Pasará de estar sometido al gobernador de Cuba, Velázquez a ser capitán general y justicia mayor de Veracruz.

El Imperio mexica era antropófago y había impuesto un régimen de terror a los pueblos vasallos. Se sublevarían si contaban con un aliado poderoso "y en eso llegó  Cortes" que los liberaría del yugo opresor. 

Los regalos de Moctezuma excitaban la codicia de los españoles “una placa de oro ancha como una rueda de carreta” que pesaba arroba y media de oro representando al dios Sol  junto con la figura de la diosa Luna que pesaba arroba y media de plata.

Tenochtitlán y el lago Texcoco se habían convertido en una trampa mortal para los conquistadores españoles. Cortés cometió el error de liberar a Cuitláhuac, el hermano de Moctezuma, para calmar los ánimos de la población sublevada, pero éste se puso al frente de su pueblo para aniquilar a los intrusos. Una pedrada hirió de muerte a Moctezuma que murió a los tres días [29 de junio de 1520]. 

Tras la muerte de Moctezuma II, su hermano Cuitláhuac lideró la resistencia mexica frente a la invasión española. Cuauhtémoc fue el último tlatoani y hasta agosto de 1521 dirigió la resistencia contra los españoles y aliados. El sucesor de Moctezuma que intenta la expulsión de Cortés, tiene un hombre simbólico: Cuauhtémoc “el águila que cae”.

Le sucede como “tlatoani” Cuitláhuac quien derrotará a los españoles de Hernán Cortes y sus aliados tlaxcaltecas a manos del ejército mexica sacrificando a los prisioneros españoles en diversos templos de Tenochtitlán en la denominada “La Noche Triste” ocurrida del 30 de junio al 1 de julio de 1520.

El 7 de julio de 1520 las tropas de Cortés llegaban a la llanura de Otumba donde les esperaban más de 40.000 mexicas y aliados [tenochcas y xochimilcas, entre otros]. Matlatzincátzin [jefe militar de Cuitláhuac] era la cabeza de la sierpe mexica. Juan de Salamanca tendría un papel destacado en la batalla al alancear en el pecho al jefe militar muriendo en el acto. El efecto fue demoledor. Cuando los mexicas se quedaron sin jefe comenzaron a huir. Así, Hernán Cortés se resarció de las heridas de la Noche Triste.

Juan de Salamanca será el encargado de recoger el tocado de plumas y estandarte indígena, entregándoselo seguidamente a Cortés. Este hecho le valdría para que Carlos V le permitiera usar este trofeo en su escudo de armas.

La viruela llegaba a Tenochtitlán que junto con el hambre, la salmonella y el cólera debilitarán a sus habitantes. Más de un tercio de la población murió. Los mayas y los mexicas pensaron que era un castigo de sus dioses.

Viruela, salmonella, cólera, sarampión o la gripe serán infecciones de origen europeo que no tardarán en llegar a América.

Después de un asedio de 93 días, Cuitláhuac fue apresado y Tenochtitlán había caído. Cuitláhuac fue ahorcado el 28 de febrero de 1525 por el delito de conspiración contra los españoles. A partir de 1521 el territorio del Imperio mexica sería llamado Nueva España.

Para el pueblo mexicano, Cuauhtémoc, “el último tlatoani” se convirtió en símbolo de libertad y héroe nacional.

Los aztecas, los mayas de Mesoamérica y los incas de Perú tenían un alto nivel de desarrollo. El desconocimiento de la rueda y la escritura como elementos básicos de la civilización, será la causa fundamental del retraso de las culturas americanas basadas en la piedra. Cortes escribe al emperador Carlos que el imperio recién conquistado puede compararse a los mejores de Europa.

Si Cortés se aprovechó de la enemistad de los pueblos sometidos a los aztecas, Pizarro se aprovechó de las revueltas intestinas. Ambos atacarían directamente el corazón de sus imperios (Tenochtitlán y Cuzco).

España rompe las estructuras sociales de las comunidades indígenas e implanta allí su idioma, su religión y sus propias estructuras sociales. Lo que movían a los españoles era el afán de aventuras, ambición de riquezas y la expansión de su religión. El indio, sometido a trabajos forzados, muere a causa de las epidemias y enfermedades europeas, allí desconocidas, quedando la población reducida al menos un 30% de la llegada de Colón.

La ley permite las reducciones y las encomiendas, por la que los indígenas pueden ser encomendados a un español para el trabajo en las granjas o en las minas. Un fraile será el encargado de su educación e instrucción religiosa, lo que será una pavorosa fuente de abusos.


Francisco Pizarro. Museo Naval de Madrid

Francisco Pizarro

La figura de Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas quedará injustamente eclipsada por la figura de Hernán Cortés (conquistador de México) o Francisco Pizarro (conquistador del Perú).

Pizarro se dirigió a Toledo para entrevistarse con el emperador Carlos I, quien se interesó por la travesía del Atlántico. El 26 de julio de 1529 firmaría con la emperatriz Isabel [en ausencia del emperador] las capitulaciones. En adelante, Pizarro será nombrado gobernador, capitán general, adelantado y alguacil mayor del Perú, dando sólo cuentas ante el rey. Antes de abandonar Toledo, Pizarro se entrevistó con Hernán Cortés, que andaba gestionando sus privilegios. Después, regresó Pizarro a su pueblo, Trujillo.

Al comprobar Pizarro que el imperio inca era tan rico como se decía, regresa a Panamá para organizar una nueva expedición. 

El 10 de marzo de 1526 sale Pizarro de Panamá con destino al imperio inca. Viendo que la empresa peligraba, recurrió a un golpe de efecto como el de su maestro y pariente Cortés cuando barrenó los barcos desenvainando su espada y trazando una raya en la arena de la playa.

“Por este lado se va a Panamá a ser pobres; por este otro al Perú a ser ricos. Escoja el que fuere buen castellano lo mejor que le estuviere. Trece hombres pasaron la raya, para quedarse con Pizarro “los trece de la fama”.



La conquista del Perú estuvo marcada por dos características fundamentales: el mito del oro y una geografía enormemente compleja y difícil que va desde el desierto a la selva, desde las cumbres inaccesibles de los Andes a ríos inmensos como el Amazonas. La combinación entre ambas fue capaz de crear personajes tan excepcionales como Pizarro, Orellana o Lope de Aguirre.

Cuando llegó Pizarro a Tumbes, Un indígena y traductor al que Pizarro llamaría "Felipillo" le informó que los incas se hallaban inmersos en una cruenta guerra civil. “Felipillo” se convertirá en Perú como sinónimo de traidor al igual que la indígena Malinche lo sería en México.

Si la viruela ayudó a Cortés en el vencimiento de los mexicas, también se transmitió al Imperio inca, a lo que se unirá el sarampión y la gripe. La mortandad de la epidemia, unida a la guerra civil, dejará el imperio a merced de Pizarro.

De Cuzco como corazón del imperio inca partía una compleja red de calzadas que favorecía el comercio. Los frecuentes cañones y arroyos eran salvados a través de pasarelas realizadas con sogas gruesas y tablas. El inca vivía de la agricultura de la ganadería y de la minería, trabajando con primor el oro, la plata, el cobre y las esmeraldas. Abonaban la tierra con guano o estiércol de las aves marinas, ricas en nitrógeno, fósforo y potasio, el mejor fertilizante orgánico conocido. Construían notables edificios, imponentes fortalezas y recintos sagrados. Avanzaron mucho en astronomía al servicio de los calendarios agrícolas.

Su nutrición estaba basada en las ratas de los Andes, patos y perros y maíz en las zonas más bajas y en las más elevadas, la quinua. También consumían mucha patata y cacahuetes. No comían carne de llamas ni alpacas. Sin embargo, decoraban las plazas con cabezas cortadas, manos y lenguas de sus enemigos vencidos como “los huancas”.
Hernando Pizarro en Jauja [Perú]

Cuando un emperador inca quería premiar la fidelidad de un cacique le regalaba hojas de coca [kuka en quechúa] que era considerada una planta sagrada, que calmaba el hambre e infundía la fuerza necesaria para prolongar la jornada de trabajo. Es muy buena para el mal de altura. 

El soroche es un malestar que se siente a grandes alturas en las cordilleras de los Andes por la falta de oxígeno y el enrarecimiento del aire. Se manifiesta con mareos, bajada de tensión arterial, dolor de cabeza o trastornos respiratorios. Para evitarlo, los nativos masticaban la hoja de coca como estimulante contra el mal de alturas.

El imperio inca cubría una extensión cercana a los 4.000 km. de longitud poblados por unos 200 pueblos que prefirieron a los españoles antes que a la tiranía inca. El 24 de septiembre de 1532 Pizarro salió de San Miguel de Tangara con 106 infantes y 62 soldados a caballo iniciando la conquista del Perú. Tras subir la sierra llega a Cajamarca el 15 de noviembre y siguiendo la misma estrategia que había utilizado Hernán Cortés con Moctezuma busca el encuentro directo con el emperador de los Incas ideando un plan muy arriesgado para capturar a Atahualpa.

Al día siguiente el emperador, rodeado de un séquito imponente, se dispuso a visitar el campamento de los españoles confiando en su aplastante superioridad numérica. A una señal de Pizarro los españoles irrumpieron en la plaza, los caballos se arrojaron contra los incas y la artillería convirtió el lugar en un infierno. Después de aniquilar a los porteadores de la litera imperial, Atahualpa fue capturado. 

Se llegó a un acuerdo para liberarle mediante el pago de un rescate y el oro comenzó a llegar desde los últimos confines del Imperio. 

Atahualpa, desde su cautiverio, seguía gobernando e incluso se las ingenió para liquidar a su hermano Huáscar. Temerosos los españoles de su poder, se nombró un tribunal y se le acusó formalmente de “desleal”, “traidor”, “regicida”, y “hereje”. Declarado culpable de los cargos, fue ejecutado mediante garrote el 26 de julio de 1533, después de que se “convirtiera” al cristianismo.

Pizarro se encontró tras la muerte de Guayna Capac [1524] en una sangrienta guerra civil por la sucesión entre sus dos hijos Atahualpa y Huáscar. Al igual que hiciera Cortés, Pizarro jugó la baza de la discordia ganando para su causa a los partidarios de Huáscar, que a su llegada tenían la guerra prácticamente perdida y se mostró como el garante de del orden legítimamente establecido.

Con la muerte del emperador, la guerra parecía terminada pero el 3 de mayo los incas se sublevaron. Aunque volvieron a ser sometidos, no volvió a reinar la paz hasta que el último rebelde inca Tupac Amaru I fuera ejecutado en Vilcabamba en 1572.

Pizarristas y almagristas se enfrentaron en la batalla de Abancay, el 12 de julio de 1537. Venció Pizarro y Almagro cayó prisionero. Hernando Pizarro condenaba a Almagro a ser ejecutado a garrote en la Plaza Mayor de Cuzco el 8 de junio de 1538.

Pizarro le dijo a su hermano Gonzalo que fuera con Francisco Orellana [tuerto por culpa de una flecha indígena] para explorar el oro y la canela y “cristianizar las almas de los indios”. Francisco Orellana descendió en busca de provisiones por el río Coca, afluente del Napo que desembocaba en el caudaloso Amazonas que nace en las faldas de los Andes y tras recorrer 6.000 km desemboca en el Atlántico. Debido a su poderosa corriente, ya no podrían volver río arriba. Encontraron indios hostiles como los jíbaros, omaguas, aucas, etcétera y mujeres guerreras bajo el mando de la reina “Coñorí”. Después de ocho meses de navegación, llegaron a la actual Venezuela el 11 de septiembre de 1542.

Vicente Yáñez Pinzón había llegado a su desembocadura en 1500

La pobreza de los almagristas, agrupados en torno a Diego de Almagro "el Mozo", y las arbitrariedades cometidas contra ellos por Pizarro, propiciaron un creciente odio hacia su persona. El 26 de junio de 1541 un grupo de almagristas capitaneados por Juan de Prada irrumpieron en el edificio de gobernación y tras una brava refriega Francisco Pizarro cayó muerto a los pies de sus asesinos. 

En 1977, durante unas obras en la Catedral de Lima, apareció una urna de plomo que contenía los restos de Pizarro cuyo examen forense reveló huellas de dieciséis heridas.

En 1911 el explorador estadounidense Hiram Bingham dará a conocer al mundo las ruinas de la ciudadela perdida de los incas de Machu Pichu aunque será un peruano de Cuzco Agustín Lizárraga quien descubriera Machu Pichi en 1902 no pudiendo darlo a conocer a no contar con el apoyo del gobierno de la época.

Tupac Amaru II se levantó en armas contra los españoles a dos virreinatos, el del Río de la Plata y el del Perú. Mestizo de dos sangres y rico hacendado, vivió como elegante criollo media vida, educado por los jesuitas y lector de textos latinos y de enciclopedistas franceses, pero al final pudo su sangre india, se rebeló, se proclamó inca y acaudilló un levantamiento contra España. Utilizó la lengua nativa quechua en su vida y en sus proclamas, siendo excomulgado por la Iglesia católica. 

Decretó la abolición de la esclavitud negra por primera vez en Hispanoamérica (16 de noviembre de 1780).

La conquista dio paso a una nueva sociedad basada en el régimen de la encomienda indiana que reinó en América desde 1497 hasta 1720 consistente en la concesión de indios a los españoles con el objeto de que se sostuvieran y permanecieran en las tierras recién conquistadas.

Perú no trajo suerte a la familia de los Pizarro. Juan Pizarro murió en el sitio de Cuzco en 1536. Gonzalo se rebeló contra el rey y murió ejecutado en 1548. Hernando, el único superviviente tampoco se libró de la maldición peruana, En 1539 vuelve a España y es acusado por los almagristas de la muerte del que fuera compañero de Pizarro, siendo condenado y encarcelado en el castillo de la Mota, donde permaneció por espacio de 20 años. En 1561 fue puesto en libertad y pasó a residir en Trujillo (Extremadura) donde construyó el llamado Palacio de la Conquista.


Nunca se pone el sol

Durante los reinados de Carlos I y su hijo Felipe II, las vastas conquistas en América y en el Pacífico se unieron a las coronas de castilla, Aragón, Austria, Borgoña y los Países Bajos, convirtiendo a la Monarquía Hispánica en un imperio hegemónico sobre el que se decía que "Nunca se ponía el sol".

Los siglos XVI y XVII no fueron un periodo de paz y estuvieron marcados por la lucha contra la expansión otomana en el Mediterráneo, las guerras religiosas en Europa, la constante rivalidad con Francia y la amenaza naval de Inglaterra y Holanda. En un escenario así, la mar, único camino que unía el centro de poder con los vastos territorios de ultramar, se convirtió en el eje central del Imperio. Pero al mismo tiempo, cuando faltaron los recursos para mantener una Armada a la altura de su vital tarea, el Imperio comenzará a hacer agua por todos lados.

Buscando el dominio del mar, el Atlántico y el Mediterráneo fueron escenarios de batallas como las de Lepanto o la Isla Tercera [Las Azores], donde marinos como Álvaro de Bazán brillará con luz propia. Mientras, a través del Atlántico y el Pacífico, se abrieron rutas comerciales [la Carrera de Indias y el Galeón de Manila] que cambiaron para siempre la historia de la Humanidad.



La Casa de la Contratación de Sevilla

En tiempos del Imperio español, la justicia ordinaria era considerada muy severa. La milicia buscaba amparo en los tribunales castrenses mientras que el clero lo buscaba en los tribunales eclesiásticos. Los que no formaban parte ni del ejército ni del clero buscaban el “derecho de asilo” en los templos en busca de protección.

Para delimitar la influencia entre la jurisdicción eclesiástica y la civil se colocaron a partir del año 1565 las cadenas que rodean a la Catedral de Sevilla “Derecho de Asilo”, que marcaba la frágil línea entre el territorio eclesiástico, de los que huían de la justicia civil.

Los mercaderes de Sevilla se reunían junto a las gradas de la Catedral. Cuando las inclemencias meteorológicas dañaban sus intereses, los mercaderes penetraban incluso con sus acémilas en el interior del templo sagrado olvidándose de que éstas aliviaban sus esfínteres proyectando sus abundantes micciones y defecaciones sobre territorio sagrado, lo que lógicamente molestaba al clero, quienes se quejaron amargamente al rey Felipe II por tan desagradables circunstancias. Las cadenas también tenían como “efecto colateral” impedir que las caballerías entrasen en el templo sagrado.

El rey encargó al arquitecto real Juan de Herrera en la construcción de la Casa Lonja para que en su interior se reunieran los mercaderes. Comenzó a edificarse en 1583, siendo diferentes arquitectos los que intervinieron en su construcción. Por tanto, se podría decir que los sucesos que ocurrieron en la Catedral tuvieron como consecuencia la construcción de lo que hoy es el Archivo General de Indias para disfrute de nuestra retina y también de los investigadores.

Visitando el Archivo General de Indias nos podemos hacer una remota idea del trasiego de la flota de las Indias entre navíos, carabelas, galeones y galeras subiendo el río Guadalquivir cargado de riquezas. Ciento de miles de documentos quedarán archivados en este histórico lugar para documentación de los historiadores e investigadores.

En el puerto se pagaba el almojarifazgo cobrado por los almojarifes o tesoreros encargados de la Hacienda Real. Era un impuesto que se pagaba por el traslado de mercancías que entraban o salían del Reino de España.

Las Reales Altarazanas eran los grandes astilleros donde se construían los navíos para la Armada Real desde tiempos de Alfonso X el Sabio.

Entre 1717 y 1718 el Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla se trasladaron a Cádiz, convirtiendo el puerto de Cádiz en lugar obligado de salida y entrada para el comercio de Indias, razón por la cual los comerciantes españoles y extranjeros debían establecerse en la ciudad.

El siglo XVIII será el gran "Siglo de Oro" de Cádiz. Coincide con el auge del comercio internacional, lo que permite que la ciudad se desarrolle en todos los aspectos, hasta el punto, de que se puede considerar a Cádiz como una de las ciudades más importantes y avanzada de España, Europa e incluso del mundo.

 


Cuadro de Ferrer Dalmau "Fuimos los primeros"
Despacho del almirante Juan Francisco Martínez Núñez
Museo Naval de Madrid


La primera vuelta al mundo «Primus circumdedisti Me»

Fernando de Magallanes ofreció en primer lugar al rey de Portugal Manuel I la arriesgada expedición pero al no mostrar interés alguno vino a España a exponer su plan a Carlos I el cual, tras serias dudas, se arriesgó a financiar la expedición al estar las islas Molucas en el hemisferio que correspondía a Castilla.

Las frecuentes sequías e inestabilidad agrícola hacían que durante el otoño los campesinos europeos sacrificasen un gran número de cabezas de ganado. Era necesario conservar la carne y para ello, existía una gran demanda de sal y de pimienta; ésta última procedía de Oriente y de África Occidental en manos portuguesas. La canela, el jengibre y la nuez, se encontraba en Asia.

El plan de Magallanes era muy similar al del Almirante Colón, que murió creyendo que había llegado a Asia, pero buscando un paso hacia el Pacífico que le permitiera llegar a las islas de las especias. En aquella época no existían cartas de navegación alguna que sirviera de referente a los esforzados marinos en aquellos inexplorados confines del planeta. Tan sólo podían los navegantes encomendarse a Dios.

Al igual que con el Almirante Cristóbal Colón, Portugal perdía de nuevo una oportunidad inmejorable. Según las capitulaciones de Valladolid, a Magallanes le otorgaba la Corona española [a la que juró servir] el título de gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese.


Fernando de Magallanes. Anónimo. Museo Naval de Madrid

Después de otorgar testamento Magallanes en Sevilla el 24 de agosto de 1519 la expedición zarpó con 247 hombres el 10 de agosto de 1519 al mando de Fernando de Magallanes. A través del Guadalquivir pasaron cerca de Coria hasta su desembocadura en Sanlúcar “Sant Lúcar” de Barrameda, en el Océano Atlántico, donde después de avituallarse zarparon el 20 de septiembre con cinco naves: Santiago, Victoria, Concepción, San Antonio y Trinidad, con la intención de encontrar un paso marítimo hacia el oeste que les llevara hacia las Indias Orientales en busca de las "Islas de las Especias".

La nave capitana Trinidad estaba al mando de Fernando de Magallanes; la Concepción, estaba capitaneada por Gaspar de Quezada y con Juan Sebastián Elcano como maestre; la San Antonio, mandada por Juan de Cartagena; la Santiago, con Juan Serrano y la Victoria, dirigida por Luis de Mendoza.

La primera escala tuvo lugar en Tenerife (Canarias) continuando la travesía atlántica frente a las islas de Cabo Verde y costas de Sierra Leona hasta Santa Lucía (Río de Janeiro), Río de la Plata y San Julián (Argentina).

El 31 de marzo de 1520, a escasas jornadas de la Antártida, la expedición buscaría refugio en la bahía de “San Julián” para pasar el crudo invierno en el puerto homónimo, mientras las provisiones se agotaban. Magallanes decidió entonces reducir las raciones de comida mientras varios capitanes y oficiales le exigieron la vuelta a España al considerar que la expedición había fracasado. Entre los amotinados se encontraba Juan Sebastián Elcano a quién la historia le deparará la inmortalidad.

La San Antonio desertó en noviembre de 1520 antes de llegar al Pacífico llegando a España con 50 tripulantes.

La mayoría de los amotinados fueron perdonados al ser necesarios para continuar la expedición. El 3 de mayo se perdía la nave Santiago al chocar contra las rocas en la desembocadura del río Santa Cruz (Argentina).

Bordeando América del Sur y después de muchas vicisitudes, la expedición de Magallanes atravesaba en la zona más austral del mundo el estrecho que lleva su nombre el 27 de noviembre de 1520 "Estrecho de Magallanes". Una lengua de agua separa las últimas tierras continentales de la isla grande de Tierra de Fuego y las montañas con nieves perpetuas.

El descubrimiento del Cabo de Hornos se le debe al español Francisco de Hoces (1525) anticipándose más de medio siglo (1578) al corsario inglés Francis Drake. España e Hispanoamérica lo llamará Mar de Hoces mientras los ingleses “Paso de Drake”.

El paso del Estrecho de Magallanes será vital para que la expedición pudiera llegar a las Islas de los Ladrones (Marianas), Filipinas e Islas Molucas "Maluku en indonesio".

Tras la muerte de Magallanes en la batalla de Mactán (Filipinas) el 27 de abril de 1521 en unas escaramuzas con 1.500 indígenas al mando del caudillo musulmán Lapu Lapu, los avatares de la expedición llevaron a Juan Sebastián Elcano el 18 de diciembre de 1521 a seguir navegando hacia Poniente al frente de la nao Victoria.

“El agua que nos vemos obligados a beber esta igualmente podrida y hedionda. Para no morirnos de hambre, nos vimos aun obligados a comer pedazos de cuero de vaca con que se había forrado la gran verga para evitar que la madera destruyera las cuerdas. Este cuero, siempre expuesto al agua, al sol y a los vientos, estaba tan duro que era necesario sumergirlo durante cuatro o cinco días en el mar para ablandarlo un poco; para comerlo lo poníamos en seguida sobre las brasas.”

“Pienso que nadie en el porvenir se aventurará a emprender un viaje parecido”.

Antonio de Pigafetta “cronista del viaje”

Desde las Islas de las Especias atravesaron el Océano Índico para doblar el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África bordeándola y llegar a la isla de Cabo Verde, llegando al puerto de partida en Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 y dos días más tarde a Sevilla con tan sólo un barco (la nave Victoria) y 18 supervivientes de aquéllos cinco barcos y 247 hombres que comenzaron aquella expedición.


Juan Sebastián Elcano. Museo Naval de Madrid


La clave principal

El 18 de diciembre de 1521, las naos Trinidad y Victoria se encontraban cargadas de clavo y dispuestas para su regreso a España. Una vía de agua en la nao Trinidad hizo precisa una reparación. Al acordarse que la Victoria volviera a España por la ruta de la India y que la Trinidad se quedase en el puerto de Tidore "Indonesia" para ser reparada y regresar por el Pacífico hasta Panamá se estaba gestando la verdadera clave de la primera vuelta al mundo. 

El día 21 la Victoria partiría en solitario hacia el oeste para gloria de España y de la Humanidad mientras la Trinidad era apresada por los portugueses, regresando cinco de ellos a Europa y liberados en 1527.

Si el 10 de agosto de 1519 se anunció en Sevilla la partida de una expedición formada por cinco barcos y 247 tripulantes, organizada y dirigida por Fernando de Magallanes, el 6 de septiembre de 1522 anclaría en el mismo lugar de la partida la Nao Victoria en la que los 18 famélicos supervivientes habían completado la "Primera Vuelta al Mundo" bajo el mando de Juan Sebastián Elcano.


El regreso de Juan Sebastián Elcano tras la Primera Vuelta al Mundo. 
Elías Salaverría, 1940-48. Museo Naval de Madrid

1. Juan Sebastián Elcano, de Guetaria.
2. Francisco Albo, de Axio.
3. Miguel de Rodas, de Rodas.
4. Juan de Acurio, de Bermeo.
5. Antonio Lombardo (Pigafetta), de Vicenza.
6. Martín de Yudícibus, de Savona.
7. Hernando de Bustamante, de Mérida.
8. Nicolás el Griego, de Nauplia.
9. Miguel Sánchez de Rodas, de Rodas.
10. Anton Hernández Colmenero, de Ayamonte.
11. Francisco Rodríguez, portugués de Sevilla.
12. Juan Rodríguez, de Huelva.
13. Diego Carmena Gallego, de Bayona.
14. Hans, de Aquisgrán.
15. Juan de Arratia, de Bilbao.
16. Vasco Gómez Gallego “el Portugués”, de Bayona.
17. Juan de Santander, de Cueto.
18. Juan de Zubileta, de Baracaldo.

Tal vez haya sido la gesta marítima más impresionante de la Humanidad que ha pasado a la Historia con letras impresas en oro. El escudo de armas con un globo terráqueo con el lema latino «Primus Circumdedisti Me» [Fuiste el primero en circunnavegarme] fue otorgado a la familia de Juan Sebastián Elcano por el emperador Carlos I tras la vuelta al mundo.


Gibraltar, desde la cima del Peñón [Gebel al Tarik]


Pérdida de Gibraltar [4 de agosto de 1704]

Reino Unido retendrá Gibraltar mientras
que los macacos sigan residiendo en el Peñón

Leyenda

Tras la muerte sin descendencia del último Austria Carlos II surgen dos aspirantes al trono de España: Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV [futuro Felipe V] y el archiduque Carlos de Austria.

La toma de Gibraltar tuvo lugar el 4 de agosto de 1704 en el contexto de la Guerra de Sucesión española por parte de la flota angloholandesa comandada por el Almirante George Rooke y el príncipe de Hesse-Darmstadt sin previo aviso. La intención del ataque era la de añadir la fuerte plaza de Gibraltar a la causa del Archiduque Carlos.

La plaza de Gibraltar pasará en 1704 de manos de una España (la franco-borbónica) a las manos de otra España (la austro-habsburguesa) en uno de los episodios más luctuosos y lacerantes de nuestra historia. Sólo debería ondear la bandera del aspirante al trono español, el archiduque Carlos. Sin embargo, el Almirante Rooke se negará a quitar la bandera de los “Hijos de la Gran Bretaña”.

España perderá Gibraltar mediante el Tratado anglo-español de Utrecht de 13 de julio de 1713, en el que se estipula que España «cede a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas», oficializando así la arbitraría ocupación británica.

En 1706, la reina Ana de Inglaterra, presionada por comerciantes ingleses, declara unilateralmente Gibraltar como puerto franco. Gran Bretaña reclamará en las negociaciones de Utrecht la posesión de la plaza. Aunque existieron varios intentos de recuperar Gibraltar a lo largo del siglo XVIII (1704, 1705, 1719, 1727 y en el gran asedio de 1779-1783), todas ellas resultaron sin éxito.


Monumento a Blas de Lezo en Madrid. Obra de Salvador Amaya


Blas de Lezo [1689-1741]

España olvidó sin motivo alguno durante demasiados lustros a héroes de enorme talla como Blas de Lezo en la heroica defensa de Cartagena de Indias [del 13 de marzo al 20 de mayo de 1741] “que llegó a ser la llave del Caribe y de América meridional”.

Desde los catorce años Blas de Lezo persiguiendo o siendo perseguido con cuarenta años al servicio del rey Felipe V. Sin embargo, su enorme carrera de marino cuyo cuerpo llegará a amotinarse en cumplimiento del deber se verá empañada por la sed de gloria y la vanidad del virrey Sebastián de Eslava.

Blas de Lezo con sólo 25 años recibió el apodo de "medio hombre". Pero lejos de retirarse, se embarcó en la Escuadra del Mar del Sur para combatir la piratería de las costas de Chile y Perú, defendiendo los territorios de España en Ultramar.

Heridas de guerra de Don Blas de Lezo:

  • Blas de Lezo perdió la pierna izquierda de un cañonazo en la batalla de Vélez-Málaga [1704] durante la Guerra de Sucesión española.
  • En la batalla de Tolón [1707] contra los ingleses, una esquirla le reventó el ojo izquierdo.
  • En el asedio a Barcelona [septiembre de 1714] durante la Guerra de Sucesión, un balazo de mosquete le dejó inmovilizado su brazo derecho.

No debe caer en el olvido que gracias a la defensa de Canarias y Cartagena de Indias, actualmente no se hable la lengua inglesa en el Caribe, América meridional y en las Islas Canarias respectivamente.

Después de perder en diversos combates una pierna, un ojo y un brazo y destacar en la lucha contra el corsario argelino, el teniente general Blas de Lezo asumió la defensa de Cartagena de Indias, uno de los puertos más importantes de la América española y, además, la llave de acceso al virreinato de Nueva Granada. Con escasas fuerzas, Blas de Lezo resistió tres ataques de la poderosa flota de Edward Vernon. En la última de ellas, en 1741, con todo aparentemente a su favor, Vernon envió un mensaje anunciando su victoria.

El almirante Edward Vernon había vendido la piel del oso antes de cazarlo. Mandó acuñar unas monedas para difundir la noticia de su victoria ante España al ver la enorme superioridad de su flota frente a Blas de Lezo. En Londres, se acuñaron medallas conmemorativas, pero la realidad fue muy diferente. La tenaz defensa de los españoles obligó a Vernon a poner los pies en polvorosa y reembarcar sus fuerzas.


En el Museo Naval de Madrid se exponen varias de las monedas de la época de Vernon

«La pieza más difundida de la colección lleva una inscripción en el anverso en inglés:

"El orgullo de España humillado por el almirante Vernon" 

Y en el reverso:

"Auténtico héroe británico, tomó Cartagena en abril de 1741»

En el anverso de la medalla se han grabado dos figuras: una, erguida y victoriosa, la del almirante Vernon. La otra, arrodillada e implorante, se identifica como «Don Blas» almirante español.

Pero, don Blas de Lezo y Olavarrieta recibirá la indiferencia de su rey Felipe V a cuyo servicio había dejado desperdigado partes de su cuerpo diseminadas por varios mares del mundo y sin embargo, el rey castigaba a uno de los generales de la Armada que mayor gloria le había dado a España, posiblemente, por los desencuentros con Sebastián Eslava, virrey de Nueva Granada entre 1740 y 1749.

Al igual que con la derrota del Almirante Vermont en Cartagena de Indias, Gran Bretaña habla poco de la derrota de Nelson en Santa Cruz de Tenerife donde perdiera su brazo derecho tras tres intentos de invasión.

El arandino Antonio Gutiérrez de Otero (1729-1799) será “otro héroe olvidado en los anales de la historia que fue el único que derrotó al Almirante Horacio Nelson, perdiendo su brazo derecho aquel 25 de julio de 1797 en Santa Cruz de Tenerife en el contexto de las guerras napoleónicas”.

El cuerpo de Blas de Lezo [como si de un pecio se tratara] daba la impresión de haberse forjado entre restos diseminados de naufragios para gloria de España, desde sus inicios en el Mediterráneo, el Atlántico, el Pacífico y el Caribe hasta convertirse en el fiel defensor de Cartagena de Indias ante el ataque descomunal de la Armada inglesa a Cartagena de Indias con el objetivo de controlar las rutas comerciales de las colonias españolas. La batalla de Cartagena de Indias formará uno de los episodios más destacados de la rivalidad entre España e Inglaterra por el dominio de los mares.



Monumento a Blas de Lezo, en Cádiz


Gracias a la victoria española en Cartagena de Indias se seguirá hablando la lengua castellana y no la lengua inglesa.

El 7 de septiembre de 1741 a las 8 de la mañana muere don Blas de Lezo y Olavarrieta a consecuencia de las graves heridas recibidas en Cartagena de Indias y víctima de la peste provocada por la gran cantidad de muertos sin enterrar que dejó la batalla. Todos los que participaron en la batalla de Cartagena de Indias serían ascendidos menos Blas de Lezo, en gran parte por los desencuentros con el virrey Eslava y en parte por la indiferencia de la Corona a quien Lezo había consagrado su carrera de marino.


Defensa de Cartagena de Indias por Blas de Lezo 
Luis Fernández Gordillo, 1994. Museo Naval de Madrid

El invicto marino será enterrado en un lugar desconocido y sin el merecido reconocimiento. Ese será el injusto pago de su patria a tan ilustre marino.

El monumento a Blas de Lezo en Cádiz rinde homenaje a un hombre olvidado que partió de su puerto en febrero de 1737 para defender Cartagena de Indias, ciudad hermana, y salvar un Imperio. Con solo 6 buques y 2.830 hombres, su ingenio y valentía, hizo que Inglaterra, con 195 buques y más de 30.000 hombres sufriera la mayor derrota y humillación de la historia de aquel país, prohibiendo el rey de Inglaterra hablar de dicha batalla bajo pena de muerte.

"... Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiera sido mejor que emprender una conquista que no pueden conseguir".

Blas de Lezo 1689-1741 "... dile a mis hijos que morí como un buen vasco amando y defendiendo la integridad de España y del Imperio, gracias por todo lo que me has dado mujer (...) ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Fuego!"

Tal fue el desastre que sufrió la Armada británica que el rey Jorge II de Inglaterra prohibió toda publicación que hiciese referencia a la humillante derrota inglesa de Cartagena de Indias, la mayor sufrida por la Armada británica en su historia, lo que unido a nuestra efímera memoria,  contribuirá a crear un caldo de cultivo nacional donde los antígenos del olvido crecerán exponencialmente.

La diferencia entre Gran Bretaña y España es que el Almirante Sir Edward Vernon será enterrado con todos los honores en la Abadía de Westminster mientras que nuestro teniente general “Mediohombre” se encuentre posiblemente enterrado en una fosa común [a don Miguel de Cervantes que luchó en Lepanto le pasaría algo similar, salvando las distancias].



Expedición Malaspina. Museo Naval de Madrid


La expedición Malaspina [1789-1794]

Es la empresa marítimo-científica más importante del siglo de la Ilustración. Entre 1789 y 1794 los capitanes de navío Alejandro Malaspina y José de Bustamante, al mando de las corbetas “Descubierta” y “Atrevida”, recorrieron los territorios ultramarinos de la Corona en América y el Pacífico. Destacable dentro de la misma expedición fue la comisión de oficiales Dionisio Alcalá Galiano y Cayetano Valdés para el reconocimiento de la costa noreste americana que permitió descartar la existencia del anhelado paso entre el Atlántico y el Pacífico. La grandeza de la expedición reside en el colosal volumen de documentación acumulada, así como en el rigor científico con el que se trataron los diversos asuntos abordados: política, economía, sociedad, hidrografía, astronomía, ciencias naturales y etnografía.


Un gigante con pies de barro

La alianza con la República Francesa volvió a enfrentar a España con Inglaterra, el verdadero enemigo estratégico, que amenazaba tanto los territorios de ultramar como el comercio con América. La Real Armada había crecido considerablemente a costa de llevar al límite la capacidad económica de la monarquía llegándose a abandonar las nuevas construcciones y hasta el mantenimiento de los buques. 

Los frecuentes retrasos en el pago de los sueldos contribuyeron a disminuir la cantidad y calidad de la marinería y dejaron vacíos los arsenales. En estas condiciones, la Armada no fue rival para una Inglaterra plenamente recuperada de su derrota de 1785.



Batalla de Trafalgar [21 de octubre de 1805]

La Armada española irá a Trafalgar arrastrada por nefastas decisiones políticas, que la subordinaron a los intereses de Francia y de Napoleón, sin existir un interés nacional propio que la cohesionara. A Napoleón tan sólo le interesaba contar con los buques de la Armada española para utilizarlos en sucesivos proyectos de invasión de Inglaterra.

El combate de Trafalgar abrirá una inmensa brecha en la Armada española, por donde se irá el mayor y más frágil Imperio que jamás haya existido sin una Armada que pudiera ligar los pedazos esparcidos por el mundo. Aunque Trafalgar no será la muerte de la Armada española [morirá la flor y nata de la Armada española, con marinos de la talla de Churruca, Gravina y Alcalá Galiano] ésta morirá años más tarde, con sus barcos hundidos en los arsenales por falta de carena y por el abandono y la incomprensión de la propia nación española.

Como resultado de los errores del almirante Villeneuve, la escuadra franco-española quedó bloqueada en Cádiz en 1805. Presionado por Napoleón, y contra la opinión de Gravina, Villeneuve salió a la mar y se enfrentó a una escuadra inglesa que superaba a la combinada en el adiestramiento de las dotaciones y en la eficacia de la artillería.

Cumpliendo lo prescrito en las Ordenanzas de 1802: “Nunca se rendirá a fuerzas superiores sin cubrirse de gloria en su gallarda resistencia”, entregaron sus vidas marinos de la talla de Cosme Damián Churruca de Elorza, comandante del San Juan Nepomuceo, Federico Gravina y Nápoli a bordo del navío “Príncipe de Asturias”, comandante en jefe de la escuadra española en la batalla de Trafalgar, que murió varios meses después, a consecuencia de las heridas recibidas. 



Federico Gravina y Napoli. Capitán General de la Real Armada. Óleo sobre lienzo Anónimo. Museo Naval de Madrid

De él había escrito Napoleón: “Gravina es todo genio y decisión en el combate. Si Villeneuve hubiera tenido esas cualidades, el combate de Finisterre hubiese sido una victoria completa”.

Cosme Damián Churruca y de Elorza fue brigadier de la Real Armada y  comandante del navío San Juan Nepomuceno. Después de su muerte en la batalla de Trafalgar, fue llevado a Gibraltar por los ingleses que colocaron una placa en la cámara del comandante en su honor.

Pero, si la batalla es una manera de tomar el pulso a la nación, justo es decir que la arruinada España de principios del siglo XIX no cumplió sus objetivos. Fueron heridos los comandantes Valdés, Cajigal, Uriarte, Gardoqui, Argumosa, Pareja y Vargas.

Por la parte británica, el más famoso será el comandante Horacio Nelson, comandante del Victory que se convertirá en uno de los más grandes héroes de Gran Bretaña, al que rendirán tributo con un monumento a su memoria en el corazón de Londres, en Trafalgar Square.




Monumento a Horacio Nelson en Gibraltar


Santísima Trinidad (1769-1805)

Fue el navío de línea más grande de su época. Construido en el astillero de La Habana, según planos de Mateo Mullan, estaba armado con 120 cañones y tres puentes. Posteriormente se amplió en los astilleros de Cartagena a 140 cañones y cuatro puentes. En su construcción se utilizaron maderas nobles como caoba, júcaro [madera de Cuba muy resistente] y caguairán [madera de Camagüey "Cuba" de una dureza extraordinaria de color azafrán]. A pesar de ser un barco de porte impresionante, era lento y complicado de maniobrar.

El Santísima Trinidad tuvo un trágico final en la Batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. Se encontraba bajo las órdenes del jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros, y con Francisco Javier de Uriarte y Borja. Fue capturado por los ingleses y finalmente, se hundiría el 24 de octubre a unas 25 o 28 millas al sur de Cádiz, llevándose consigo a 80 heridos que estaban en su interior. 

Con el hundimiento del Santísima Trinidad llegaba el hundimiento del poderío español en los mares.

Los arsenales

Para sostener la política expansiva en el Mediterráneo, el Atlántico y el Pacífico, los monarcas del siglo XVIII invirtieron considerables recursos en la construcción de nuevos arsenales. El arsenal militar de Ferrol, con capacidad para acoger 70 navíos, fue el más grande de Europa de su época y cumplió también una función defensiva, tanto propia como de ciudadela. El arsenal de la Carraca fue concebido como un conjunto industrial y urbanístico del que aún se conservan importantes muestras como el penal, la iglesia con algunos diques y muelles. Por último, el arsenal de Cartagena fue en su tiempo el más importante complejo industrial del Mediterráneo.


Monumento a Isabel II. Biblioteca Nacional. Madrid

Problemas sucesorios de Fernando VII

Con la muerte de Fernando VII acaecida el 29 de septiembre de 1833, se genera un conflicto por la abolición de la Ley Sálica por parte del rey cuando nació su hija, la futura Isabel II. El mismo día de la muerte de Fernando VII su hermano, Carlos María Isidro se proclamaba rey de España, produciendo un levantamiento en el País Vasco, Navarra y Cataluña.

Surgen dos facciones por el poder:
  • Los carlistas no querían que el trono fuera heredado por una niña de tres años, ni que estuviera en manos de su regente madre la reina María Cristina, prefiriendo a Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII y firme defensor del absolutismo regio. Los carlistas luchaban bajo el lema "Por Dios, por la Patria, los Fueros y el Rey", eran reaccionarios al liberalismo y defendían la monarquía tradicional, los derechos de la Iglesia y los Fueros.
  • Los isabelinos se decantaron hacia la regencia de la madre María Cristina de Borbón hasta que Isabel II fuera mayor de edad. Los reformistas buscaron el apoyo de los liberales moderados. Los liberales exigían hondas reformas políticas por medio de un gobierno constitucional y parlamentario.

Guerras carlistas
  • Primera guerra carlista (1833-1840) entre los partidarios del infante absolutista Carlos María Isidro de Borbón contra los defensores de Isabel II y de la reina regente María Cristina de Borbón que terminará con el Abrazo de Vergara el 31 de agosto de 1839. Uno de los generales más importantes por el bando carlista será Zumalacárregi y Espartero por el bando liberal.
  • Segunda guerra carlista (1846-1849). Tuvo lugar en Cataluña.
  • Tercera guerra carlista (1872-1876). Nuevo levantamiento en el País Vasco, Navarra y Cataluña que se extenderá a Aragón.

Tras la revolución de 1868 "La Gloriosa" Isabel II se exilia y se entrega la Corona a Amadeo de Saboya, que llega desde Italia a bordo de la fragata “Numancia” y reinó hasta la proclamación de la Primera República en 1873. 




Maqueta del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano

La visita al Museo Naval de Madrid junto a la Plaza de la Lealtad ubicado en el Paseo del Prado tendría su epílogo en la maqueta del Bergantín Goleta Juan Sebastián Elcano, Buque Escuela de Guardias Marinas (1928) que fuera construido en los astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz, según diseño de Camper-Nicholson de Southampton, entregado a la Marina el 28 de febrero de 1928. Desde entonces ha servido de buque-escuela de la Armada, realizando viajes anuales con las promociones de la escuela Naval Militar. Ha dado nueve veces la vuelta al Mundo. El Modelo ha sido realizado y donado al Museo por José Francisco Arregui Arambarri en 1988. Desplazamiento de 3.754 toneladas.


Desde el Museo Naval de Madrid para el Blog de mis culpas...


Mascarón de proa del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano como homenaje a todos los marinos españoles

P.D. La Leyenda Negra escrita por los enemigos de España en el siglo XVI

La Leyenda Negra proviene de los enemigos de España. Gran Bretaña, Holanda, Francia, se encargarán de acusar a España de expoliar las riquezas de América. Sin embargo, España a diferencia de ellos, decide fundar decenas de universidades en América para mestizos e indios [Lima, México, La Paz, Santo Domingo, Yucatán, Santiago de Chile, La Habana, etcétera] además de muchas ciudades como La Habana, México, Panamá, Buenos Aires, Lima, Santa Fe de Bogotá, Quito, Ayacucho, Cajamarca, La Paz, Tucumán y Córdoba, entre otras muchas. También fundará cientos de Hospitales gratuitos entre 1492 y 1898. En el Hospital de Lima y Quito se curaba la malaria.

España introduce la imprenta en México en 1535 e impulsa la lengua nauatl y quechua como gramática en las escuelas y universidades [1550]. España mandará a sus mejores discípulos y sacerdotes. Por tanto, España con sus luces y sombras no tiene que pedir perdón por impulsar universidades en América, ni por crear hospitales, ni por fomentar el mestizaje, ni por fundar ciudades, etcétera, aunque se cometieran muchos errores.

¿Cuántas universidades y hospitales llegaron a fundar Francia y Portugal en África para los nativos? Ninguno. No hace falta recordar que la Francia Ilustrada será denominado el país de la Liberté, Égalité y Fraternité.

Baste tan sólo recordar un dato significativo. Mientras que en Estados Unidos solo existe un 1% de población indígena y «mestiza», en Nicaragua y Bolivia la cifra es del 88%, México y Perú del 85% y en las demás antiguas colonias superan el 90%.

España aprobó el matrimonio interracial en 1514 mientras que los Estados Unidos no lo hará hasta cuatro siglos más tarde [en 1967] y no en todos los estados. España con sus luces y sombras impulsó una gran obra en América, considerada por algunos historiadores como una verdadera misión, al compartir lo mejor que tenían en su época, la fe o evangelización por un lado y su cultura por otro.

Desde el descubrimiento de América se produce el mestizaje junto con las Leyes de Indias para la defensa de los indios en el contexto de la conciencia misionera y obra civilizadora de Isabel la Católica “ganar al indio para la fe”.

¡Qué los árboles no nos impidan ver el bosque! Mientras que  los españoles eligieron la evangelización y el mestizaje con los pueblos indígenas, los ingleses en América practicaron el genocidio y etnocidio como forma de aniquilación de los pueblos indígenas.

Cabe destacar al respecto, que Sir Jeffrey Amherst, comandante en jefe de las fuerzas británicas en América del Norte durante el siglo XVIII enviaría a los nativos mantas infestadas con viruela para extender esta dolencia entre el pueblo que asediaba Fort Pitt en 1764.

El general Philip O. Sheridan diría aquella desafortunada frase:

“El único indio bueno es el indio muerto”

Las tribus indias serían expulsadas y confinadas en territorios donde fueron maltratadas, asesinadas o dejadas morir de hambre. Para acabar el "problema indio" y su fuente de alimentación el general Philip Sheridan ordenó matar a todos los búfalos posibles entre 1872 y 1873. 

El hombre blanco como "raza dominante" tenía el mandato de conquistar América. Por tanto, eran dueños de los indios para esclavizarlos, expoliar las tierras de sus ancestros, matar los búfalos como fuente de su alimentación, talar los bosques y riquezas mineras como el oro e incumplir sistemáticamente los acuerdos firmados.

La sociedad civilizada inglesa se dedicará en Australia al saqueo, expolio y matanzas de miles de aborígenes declarando aquellas tierras "terra nullius" o ausente de seres humanos. Allí no habrá un Fray Bartolomé de las Casas o unas Leyes de Indias que los amparasen como las existentes en las colonias españolas.

¡Si eso no es una verdadera Leyenda Negra, que venga Dios y lo vea!


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