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lunes, 18 de abril de 2016

El Valle de la Sauceda, lugar de la Memoria Histórica

Antigua ermita de la Sauceda a 36º 31´24.75" N  5º 35´28.02 O según Google Earth

“Que los árboles de la Sauceda no nos impidan ver el bosque”.


Cercano el 80º aniversario del comienzo de la Guerra Civil española (1936-1939) y como complemento de nuestra visita realizada al Puerto de las Cruces de Morón como “Lugar de la Memoria Histórica” -donde los viejos del lugar citan un gran algarrobo como testigo del cruel destino de muchas personas inocentes, a la que le fueron taladas sus vidas en aquel trágico verano de 1936-, enarbolamos de nuevo nuestras naves para poner viento en popa hacia el antiguo poblado de “la Sauceda” en el Parque Natural de los Alcornocales.

Desde Morón, tierra de la Cal, del Flamenco y de nuestra propia esperanza, transitamos hacia Alcalá de los Gazules por la A-371 para ascender por el Puerto de Galis al Valle de la Sauceda (A-375) donde un panel ilustrativo de la Junta de Andalucía nos lo recuerda como “Lugar de la Memoria Histórica de Andalucía”.



Muy cerca de las faldas de la Sierra del Aljibe se encuentra el cortijo “El Marrufo” donde se han hallado una de las fosas comunes más grandes existentes en España. Los vecinos del lugar conocen esa zona como "la majá (majada) de los muertos". 

A comienzos de la Guerra Civil fueron taladas las vidas, sueños e ilusiones de centenares de campesinos. La desaparición indiscriminada del poblado “La Sauceda” dejó sin hilo de transmisión a las generaciones futuras formando parte de los crímenes de “Lesa Humanidad”.

Una fatídica fecha donde los antígenos de la “sinrazón”, el odio y la venganza crearon el caldo de cultivo ideal para que los instintos más primitivos y deplorables del ser humano crecieran exponencialmente para convertirse en una verdadera ignominia “in nomen -sin nombre-“.

La violencia y el terror emplearon el aceite de ricino, el tiro en la nuca y las paladas de cal viva a deshoras de la noche porque carecieron de la tolerancia necesaria para aceptar los resultados de las urnas expresando su gozo sin reparos cuando observaron que peligraba su posición social o estaban temerosos del anticlericalismo.

La memoria colectiva grabada en la retina de los pueblos debiera hacer reflexionar a las generaciones venideras en el 80º aniversario del comienzo de la Guerra Civil, de lo que no debiera volver a repetirse jamás.



El Valle de la Sauceda -como tantos otros lugares de la Memoria Histórica-, están impregnados de ese dolor lacerante del que brotan sentimientos que permanecen vivos en la retina de la historia mezclada con efluvios de utopía.

La población de La Sauceda es todavía un magnífico ejemplo del milenario sistema de aprovechamiento agroforestal de los primeros pobladores de estas tierras. Las viviendas que lo componen llegaron en algunos momentos a acoger a más de un millar de habitantes cuyas casas se encuentran dispersas por el territorio asociadas a dos grupos principales: uno alrededor de la Ermita y otro en las cercanías de la Laguna del Moral.



La base del sistema es la vivienda como núcleo familiar, de planta cuadrangular y edificada con los recursos del entorno, piedra arenisca, barro, madera, brezo, corcho y cal. Anexos a este edificio estaban el chozo (que hacia las veces de cocina), el horno de pan, los cercados y zahúrdas para el ganado, los molinos harineros, el cementerio, la ermita escuela y la casa del Alcalde. La historia de la Sauceda termina con el bombardeo y la toma del poblado a principios de noviembre de 1936 y su posterior abandono.

…Haciendo una breve historia, el topónimo “Sauceda” alude a la condición de los desahuciados que se fueron refugiando en su hábitat desde comienzos del siglo XVI -donde “sauciaban” sus esperanzas, de ahí su nomenclatura-.

En tiempos muy pretéritos “La Sauceda” llegaría a formar parte de la frontera entre el reino nazarí de Granada y la Corona de Castilla. La literatura popular menciona a “La Sauceda” como refugio de los moriscos cuando fueron expulsados de la antigua Granada a partir del 9 de abril de 1609 tras la Rebelión de las Alpujarras ocurrida entre 1568 a 1571. 

Don Miguel de Cervantes en 1613 menciona la Sauceda “Coloquio de los Perros” en el diálogo entre Berganza y Cipión:

“Déjoslos encerrados, y volvió a coger los trofeos de la batalla, que si, mal no me acuerdo, lo era entonces el licenciado Juan Sarmiento de Valladares, famoso por la destrucción de la Sauceda…”.

En 1618 el escritor rondeño Vicente Espinel en su “Vida del escudero Marcos de Obregón” define este paraje natural:

“Fuíme a La Sauceda donde hay lugares y soledades tan remotas, que puede un hombre vivir muchos años sin ser visto ni encontrado si él no quiere”.

 El sotobosque está repleto de helechos comunes (Pteridium aquilinum)

Al ser un paraje escondido, La Sauceda fue refugio en el siglo XVI de la partida de Pedro Machuca, con trescientos hombres, la primera que ha dejado registro documental. La Sauceda llegó a ser un importante refugio de bandoleros y excluidos que por circunstancias históricas se vieron obligados “a echarse al monte” en un contexto de la España rural de una época que actuaba como verdadero caldo de cultivo, donde los antígenos de la miseria y el hambre por un lado y el caciquismo por otro serán el anverso y reverso de la sociedad española del siglo XIX y comienzos del XX.

Pero sobre todo, la Sauceda será trágicamente conocida como el último refugio republicano de la provincia de Cádiz que se mantuvo fiel a la II República. Allí se ocultaron a muchas personas que huían hacia Málaga republicana para evitar ser apresados y ejecutados.

La Legión Cóndor formada por voluntarios de la Lufwaffe como apoyo decidido de Hítler al ejército de Franco llegó al puerto de Cádiz el 6 de octubre de 1936. A los pocos días los sediciosos fascistas por tierra y la aviación nazi provocaron un auténtico genocidio que borraron del mapa a todo un pueblo para siempre “La Sauceda” y que la memoria aunque efímera intenta recuperar. La enorme ofensiva nacionalista provocará crímenes catalogados de “Lesa Humanidad” contra cientos de campesinos indefensos que tan sólo pretendían defender su vida y la de su familia. 

La represión generalizada ya estaba prevista en los planes de los conspiradores coincidiendo que la mayoría de los altos mandos nacionalistas aplicaban criterios adquiridos en la guerra colonial. Los dramáticos resultados sólo serían cuestión de tiempo.

La mentalidad fascista de la época se puede resumir en el discurso de Mola el 19 de julio de 1936:

“Hay que sembrar el terror…hay que dejar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”.

O el discurso radiofónico que pronunciara Gonzalo Queipo de Llano el 23 de julio de 1936 como preámbulo de la trágica Guerra Civil española:

“Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza inexorable: ¡Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río, id preparando sepulturas¡ Nuestros valientes legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y, de paso, también a las mujeres. Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen (...)

Ya conocerán mi sistema: Por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez extremistas por lo menos, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello: les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré a matar”…

El Marrufo. Foto: http://www.entornoajerez.com
Los bandos de guerra de Queipo de Llano autorizaban a los comandantes militares la eliminación física de aquéllas personas que se opusieran al golpe de Estado que acababa de producirse el 18 de julio de 1936 en la Península

Como consecuencia de tanta “sinrazón”, comenzaba la jauría contra decenas de miles de hombres y mujeres inocentes humillados, detenidos, torturados y desaparecidos por las fauces del odio. 

El epílogo de la Guerra Civil coincidió con los últimos días del poeta universal don Antonio Machado simbolizando la derrota de la II República que buscaba dentro de las difíciles circunstancias de hambre y miseria heredadas desde tiempos ancestrales la justicia social, el progreso y la igualdad pero se topó de lleno con la clase reaccionaria que desde siempre ha atrasado el reloj de nuestra historia.

La Iglesia no le perdonó nunca a la República haber roto el monopolio de la educación y la jerarquía eclesiástica se alineó con la derecha, con los poderosos y con la dictadura. La cuestión religiosa ofreció una buena excusa para elevar la temperatura del conflicto. La derecha de la época odiaba a la República por ser democrática y sin embargo, no le preocupaba lo más mínimo ni el paro endémico, ni la desesperanza de las clases populares, ni el hambre, ni los niños que desfallecían en las escuelas por falta de alimento, ni las familias con raquitismo y tuberculosis, ni los campesinos hambrientos que mendigaban en Salamanca, Badajoz y Andalucía, en la España rural de 1936 con grandes tasas de analfabetismo. 

La derecha contaba con un ejército ultraconservador que junto con los terratenientes y capitalistas no desaprovecharon la gran oportunidad de poner en marcha el ansiado golpe de estado cuando se produjeron los asesinatos del teniente José Castillo el 12 de julio de 1936 y de José Calvo Sotelo al día siguiente en respuesta al anterior. El asesinato de Calvo Sotelo se utilizó más adelante para justificar la sublevación pero los planes estaban ya en marcha.

Las democracias occidentales no tuvieron la altura de miras necesarias al actuar con pasividad como el caso de Francia e Inglaterra. No se dieron cuenta de que en España se jugaba el futuro de las democracias europeas ante el empuje agresivo del nazismo y el fascismo. Fueron muy cobardes al claudicar ante el recelo de la posible expansión del bolchevismo. El Acuerdo de Munich de 1938 entre los jefes de gobierno de Alemania, Italia, Francia e Inglaterra relegó a un segundo plano el asunto español. Se dieron cuenta demasiado tarde de que la Guerra Civil española resultaría el detonante y primer acto de lo que ellos sufrirían después en sus carnes con el nazismo en la II Guerra Mundial. 

La historia la podrán escribir siempre los vencedores con su corifeo de panegiristas correspondiente hasta que la memoria colectiva que permanece intacta en la retina del pueblo la vuelva a reintegrar con la dignidad necesaria en su lugar. 

"Los crímenes de guerra que se cometieron por el bando que “venció pero no convenció” porque tenían la fuerza bruta -como dijo el sumo pontífice de la Generación del 98, don Miguel de Unamuno, el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca-, fueron celosamente ocultados para que la historia no pudiese contarlo". 

Hasta tal punto invirtieron las tropas nacionalistas en terror que el 19 de agosto de 1936 asesinaron al poeta español más célebre del siglo XX, Federico García Lorca llevado a cabo por quienes había denominado tiempo atrás “la peor burguesía de España”. Y ello en Granada, “su Granada”, como dijo Antonio Machado en su elegía.

La Memoria Histórica en toda la geografía española intenta recuperar desde la fuerza que otorga la razón, la memoria de tantas y tantas vidas segadas en las cunetas y fosas comunes. La dignidad de las víctimas junto con el dolor de sus familiares exige la obligación moral de no olvidar y el derecho de una reparación moral. 

Tal vez sea cierto que los españoles "padezcamos" amnesia y seamos reacios para afrontar nuestra propia "Memoria Histórica" a menudo ignorada, desconocida y no pocas veces tergiversada, incluso por algunos “historiadores” que colocan su ideología por encima del rigor histórico. Una enorme capacidad para el olvido nos impide ser capaces de afrontar con altura de miras nuestro pasado reciente. La Guerra Civil española con su Memoria Histórica es indispensable para comprender nuestra Historia Contemporánea.

En la actualidad, la memoria de las víctimas merece que al menos, los hijos de sus hijos conozcan la verdad para poder “cerrar al fin su duelo”. Las nuevas generaciones tienen derecho a que los posos de aquellas miserias de injusticias garanticen la cordura y la concordia entre todos los españoles de hoy, pasados 80 años de aquel terrible episodio.

La sociedad tiene el deber y el derecho de conocer la verdad y el Estado de Derecho la obligación de reparar moralmente el injustificable daño causado a miles y miles de inocentes. 

La Sauceda se ha convertido por derecho propio en Lugar de la Memoria Histórica. No es cierto que la Ley de la Memoria Histórica abra de nuevo las heridas. Lo que realmente pretende es cerrarlas definitivamente con la máxima dignidad.

La fachada de su vieja ermita fechada en 1923 convertida en un auténtico vestigio -con artrosis degenerativa en sus anquilosados sillares-, aún permanece erguida como fiel testigo de la sangre inocente vertida en sus entrañas.

Se me viene a la memoria unos bellos versos del amigo Pepe Castro como homenaje a las víctimas…

Tierra fértil que acogiste

osamentas de hombres

firmes y por derecho.

¡Qué suerte tuviste de

cobijarlos en tu lecho!.

¡Con cal viva los enterraron

Los enemigos del pueblo!.


Desde el Pico del Aljibe si nos lo permite un dicho existente en Tarifa “la madre que parió el viento de levante y del poniente”, se puede observar una hermosa panorámica entre el verde de los alcornocales vestidos de abundantes musgos y líquenes con el blanco desparramado de sus pueblos blancos   como Medina Sidonia, Alcalá de los Gazules, Arcos de la Frontera, Algar o Benalup-Casas Viejas.


De nuevo la retina de la historia nos proyecta aquel libro ya descatalogado “Viaje a la aldea del crimen” publicado en 1934 donde Ramón J. Sender narra los acontecimientos que tuvieron lugar en Casas Viejas entre el 10 y el 12 de enero de 1933 constituyendo uno de los hechos más trágicos de la II República, abriendo una enorme crisis política que le costará el gobierno a Manuel Azaña.

La masacre de Casas Vieja fue el grito jornalero que provocó un dolor lacerante al sur del sur, por culpa de la ancestral miseria resignada y por el hambre de las familias en el campo andaluz. Desde la Reconquista, un altísimo porcentaje de su territorio lo constituye “el latifundismo” en manos de unos señores agrarios que han sido denominados por la literatura popular “terratenientes, señoritos cortijeros o caciques” que han impedido la Revolución Industrial y el progreso. En un río revuelto de miseria resignada, podrían disponer de una mano de obra hambrienta, sumisa y barata.

Los sucesos de Casas Viejas se convirtieron en una auténtica “razzia”. Una tierra esclava que quería ser libre como decía Ramón J. Sénder, conmocionó a la opinión pública de la época. El cruel resultado de la sinrazón de Casas Viejas se tradujo en 21 muertos entre calcinados, ametrallados y fusilados…

En julio de 2016 se cumple el 80º aniversario del comienzo de la Guerra Civil española cuya “sinrazón” se proyecta todavía hasta nuestros días como substrato de ciertas posiciones ideológicas. Una fecha que tal vez, pase desapercibida para las nuevas generaciones pero cuyo dolor lacerante polariza aún sentimientos debido a que sus heridas no han cicatrizado correctamente ni han sido tratadas con el rigor histórico necesario.

Desde la Sauceda, antiguo nido de bandoleros, lecho de republicanos, fuente de maquis y lugar de la Memoria Histórica por su dimensión social y trascendencia histórica, para el blog de mis culpas...




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sábado, 4 de febrero de 2012

Garzón… la voz de la Memoria


Riña a garrotazos. Goya 1819. Museo del Prado
No hace mucho tiempo, asistí a una didáctica conferencia sobre la Memoria Histórica y escuché a un vecino de Morón octogenario manifestar con amargura, que a su padre lo fusilaron en Morón durante la Guerra Civil de 1936 siendo trasladado a una fosa común al cementerio de la vecina localidad de la Puebla de Cazalla donde conoce perfectamente su ubicación y se preguntaba emocionado  el motivo que le impedía enterrar dignamente a su padre en un Estado de Derecho y hasta ahora las “circunstancias” se lo habían impedido.Tan sólo pretendía enterrar en paz a su ser querido y así cerrar un círculo personal y hasta eso se le negaba.

Es evidente que la Memoria Histórica polariza sentimientos ya que la Guerra Civil española con su posterior represión ha sido uno de los episodios más traumáticos de la historia española, que aún pasados más de 75 años de aquella tragedia entre españoles sigue pesando como una gran loza en la Memoria colectiva de los españoles que se ha proyectado hasta nuestros días.

No se trata de recuperar ningún sentimiento ni de reabrir viejas heridas sino de recuperar la Memoria que dote de dignidad a todas las víctimas inocentes que cayeron en el más absoluto de los olvidos y que padecieron persecución, represalias, exilio ó asesinato con sus paladas de cal viva correspondiente permaneciendo en la retina del recuerdo de los pueblos. Ahora, son los hijos de sus hijos -ya sin miedo- los que se atreven a exigir con la fuerza de la razón una reparación que rescate la Memoria con mayúsculas de la amnesia colectiva que nos inculcaron los centinelas del miedo y así poder cerrar dignamente un capítulo fundamental en la historia reciente de nuestro país para que el proceso de cicatrización de aquéllas heridas mal suturadas sea definitivo.

Sólo así, podrán afrontar con ilusión los sueños del futuro las nuevas generaciones para que nunca más a ningún españolito que venga al mundo ninguna de las dos Españas les hiele el corazón como dijo el gran poeta don Antonio Machado. 

Y en ese contexto, el magistrado español con más prestigio, respetado y valorado del mundo, Baltasar Garzón abre una investigación sobre la Memoria Histórica y se declara competente para investigar los crímenes del franquismo e intenta dar respuestas a las víctimas y las ascuas de los tiempos pretéritos -las dos Españas de don Antonio Machado que creíamos olvidadas- empiezan a echar humo en un incendio que creíamos ya extinguido pero nada más lejos de la realidad. Incluso dos historiadores denuncian la dificultad para investigar el franquismo, simbolizado en el proceso Garzón.

 El juez Garzón posiblemente sin pretenderlo, se ha convertido en la voz de la Memoria porque ha sido el único juez español que ha intentado esclarecer los crímenes contra la Humanidad durante la Dictadura y posterior represión. Por tal motivo, está siendo cuestionado por una parte de la genética española anclada en tiempos pretéritos con cierta nostalgia del régimen anterior cuya sombra sigue siendo alargada, lo que ha provocado un escándalo sin precedentes al situarnos en el punto de mira de la prensa internacional que se ha quedado perpleja por el juicio a Garzón en un país que ha sido punto de referencia sobre Derechos Humanos bajo el amparo del Derecho  Internacional y que se declara competente para juzgar crímenes de lesa Humanidad fuera de nuestras fronteras,- Argentina, Chile, Guatemala- y al mismo tiempo demuestra una gran inmadurez para afrontar asignaturas pendientes dentro de las nuestras, posiblemente porque la ley de amnistía de 1977 silenciaba el pasado para garantizar una Transición hacia la Democracia sin traumatismos  impidiendo investigar tales hechos aunque vengan recogidos en la Corte Penal Internacional como delitos permanentes cuyos efectos permanecen en el tiempo.

Es hora de que nuestra Democracia tenga ya altura de miras y madurez suficiente para superar dichas asignaturas pendientes de nuestra reciente historia que evite  caer en una miseria moral ya que como decía Rafael Alberti en su “In Memoriam” …La actual Democracia le debe mucho al dolor de esas heridas.

Ignoro si el juicio al juez Garzón impedirá a otros jueces seguir el camino iniciado por éste pero es obvio que habrá un antes y un después, aunque se pueda pedir amparo al Tribunal Constitucional, al Tribunal de Estrasburgo o la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, lo que volvería a situarnos de nuevo en el punto de mira internacional al carecer de madurez suficiente para afrontar definitivamente las páginas de nuestra historia aunque nos duelan algunos párrafos de ella. Lo contrario sería un insulto a la propia historia, al Estado de Derecho y a la razón.

"En la batalla por la memoria debe vencer siempre la verdad, la justicia y la reconciliación"


Monolito erigido a la Memoria de las víctimas de la Guerra Civil en Alfácar (Granada)
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miércoles, 26 de octubre de 2011

En el nombre de la Memoria




"La Guerra Civil española no es solo una página capital de la historia moderna sino una de las claves históricas del presente y del futuro de España. La actual democracia le debe mucho al dolor de esas heridas".
Rafael Alberti

En el nombre de la Memoria I

La Guerra Civil y su posterior represión siguen polarizando sentimientos que se proyectan hasta nuestros días y conviene tener presente que hemos tenido, obligado por las circunstancias, una enorme capacidad para el olvido y la amnesia colectiva, pues el anterior régimen se encargó de anestesiarnos, atando y bien atadas, mediante el miedo, a generaciones enteras y que hoy los hijos de los hijos, ya sin miedo, se atreven a rescatar del injusto olvido, con justicia y dignidad, la memoria colectiva de todo un pueblo.

Es cierto, que no olvidando nuestra historia como raíz de nuestro pasado, podemos afrontar con ilusión los sueños del futuro y eso empieza por cicatrizar con su asepsia correspondiente nuestras propias heridas pero sin adulterar la Historia para que nunca más a ningún españolito que venga al mundo ninguna de las dos Españas les hiele el corazón como dijo don Antonio Machado

La Guerra Civil fue una tragedia y una ruptura en el desarrollo de la vida española que contribuyó a ahondar las diferencias ideológicas en la Europa de su tiempo ya que en España se jugaba el futuro de las democracias europeas ante el empuje del nazismo y el fascismo. Sin embargo las democracias occidentales fueron cobardes y claudicaron por el recelo ante la posible expansión del bolchevismo. El Acuerdo de Munich de 1938 entre los jefes de gobierno de Alemania, Italia, Francia e Inglaterra relegó a un segundo plano el asunto español. Francia e Inglaterra, al haber carecido de altura de miras, se dieron cuenta demasiado tarde de que la Guerra Civil española resultaría el detonante de lo que ellos sufrieron después en sus carnes con el nazismo en la II Guerra Mundial. 

Los países de la Europa Moderna, después de la II Guerra Mundial constituyeron su columna vertebral de progreso en base a la experiencia del pasado erradicando al nazismo y al fascismo que los llevaron a dicho conflicto. Sin embargo en España no fue así ya que después de la muerte del dictador en 1975, la Transición dejó algunas asignaturas pendientes lastrada por las circunstancias del momento.

En el caso de España, hay que reconocer que se provocó una guerra civil y cuyas repercusiones se dejan sentir aún hoy ya que todavía se polarizan sentimientos que han pasado de generación en generación y que sólo la recuperación de la memoria y la dignidad canalizará de forma adecuada el proceso de cicatrización de aquéllas heridas mal suturadas.

A las pocas horas de proclamarse la República, ya existían conspiradores que comenzaron a recaudar fondos para financiar un alzamiento contra la misma. Su primera tentativa fue el fracasado golpe militar del 10 de agosto, “la Sanjurjada”, que les sirvió como ensayo para el posterior golpe de estado del 17 de julio de 1936 silenciando a las autoridades republicanas y a los líderes sindicales. 

No debemos olvidar que ya el 31 de marzo de 1934 una delegación monárquica viajó a Roma en busca de apoyo financiero en un intento de derrocar a la República y más tarde la CEDA de Gil Robles, al conocer los resultados de las elecciones del 16 de febrero de 1936 que otorgó la mayoría absoluta al Frente Popular con 257 diputados mientras las derechas 139 y el centro 57, invitó al general Franco a dar su ansiado para usurpar el poder legítimo que las urnas habían deparado.
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La Iglesia no le perdonó nunca a la República haber roto el monopolio de la educación y el clero se alineó con la derecha, con los poderosos y con la dictadura. La cuestión religiosa ofreció una buena excusa para elevar la temperatura del conflicto. Ese era el talante que tenía la derecha de la época que odiaba a la República por ser democrática y sin embargo, no le preocupaba lo más mínimo ni el paro endémico, ni la desesperanza de las clases populares, ni el hambre, ni los niños que desfallecían en las escuelas por falta de alimento, ni las familias con raquitismo y tuberculosis, ni los campesinos hambrientos que mendigaban en Salamanca, Badajoz y Andalucía, en la España rural de 1936 con grandes tasas de analfabetismo. Jamás se preocupó la CEDA de estas circunstancias cuando gobernaban en 1934 pero si aplaudieron con entusiasmo las acciones inhumanas de Franco en octubre de 1934 en Asturias para llevar el terror sobre la población civil con las tropas africanas, modelo que se aplicaría en el sur de España en el verano de 1.936 con Queipo de Llano que autorizó a matar como a un perro a cualquiera quedando exento de responsabilidad.

Y la derecha no desaprovechó la gran oportunidad de poner en marcha el ansiado golpe de estado cuando se produjeron los asesinatos del teniente José Castillo el 12 de julio de 1936 y de José Calvo Sotelo al día siguiente en respuesta al anterior. El asesinato de Calvo Sotelo se utilizó más adelante para justificar la sublevación pero los planes estaban ya en marcha...


En el nombre de la Memoria II


Federico García Lorca

Franco hizo una inversión en terror amparado por los de siempre, gran parte del ejército, Iglesia, falangistas, requetés, caciques... y empleó el terror como arma y no contuvo los abusos de sus tropas que cometieron asesinatos y violaciones. Todas las formas de fanatismo y crueldad se dieron ya para sofocar en la Revolución de Octubre de 1934 que actuaron como detonante del odio posterior.

Hasta tal punto invirtieron en terror que el 19 de agosto de 1936 asesinaron al poeta español más célebre del siglo XX, Federico García Lorca llevado a cabo por quienes había denominado tiempo atrás “la peor burguesía de España”. Y ello en Granada, “su Granada”, como dijo Antonio Machado en su elegía. También se llevaron por delante mediante la razón de la fuerza a toda la fuerza de la razón truncando la trayectoria de progreso en la que la nómina de intelectuales que salieron de España fue interminable dejando a España huérfana definitivamente en la cultura. Hablamos de Unamuno que murió en Salamanca el 31-12-1936, Antonio Machado, Rafael Alberti, Miguel Hernández que murió en la cárcel de Alicante el 28-3-1942, León Felipe entre otros e innumerables maestros de escuelas anónimos, médicos, poetas, campesinos, etc…Llevaron su odio por la Democracia al pie de la letra, “eliminar sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros” como manifestó el general Emilio Mola. Había que matar -aunque no se fuera responsable de nada- para sembrar el terror.


Antonio Machado

La violencia de los rebeldes se originó como estratégia de guerra con fusilamientos en masa. Fue un exterminio minuciosamente planificado desde el inicio de la guerra por la plana mayor del ejército rebelde extendiéndose por todo el país mientras que la violencia ejercida por los republicanos carecía de estrategia y se inicio debido a que la República perdió el control de los acontecimientos por las divisiones internas con la ocupación de Madrid y con el gobierno en Valencia. Al menos 2500 presos de cárceles de Madrid y fueron fusilados el 7 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz el 4 de diciembre de 1936.

Este periodo de 1936-1939 y posterior represión supuso uno de los episodios más traumáticos de la historia española, con decenas de miles de seres humanos inocentes que se vieron forzados a abandonar su tierra natal, a desplazarse a otros países por motivos ideológicos, de conciencia o por temor a las represalias por parte del bando vencedor. Franco se había convertido como dice Thomas Hugh en el Octavio de España con un culto a la personalidad sin precedentes, amparado sin fisuras por la jerarquía católica de la época llegando el 14 de septiembre de 1936 el papa Pío XI a bendecir el denominado Movimiento Nacional de los militares rebeldes y el 1 de julio de 1937 cuando en la Carta Colectiva del Episcopado español, la sublevación militar del 18 de julio es legitimada como "cruzada". Solo los obispos de Tarragona y Vitoria se negarían a firmarla.

La violencia y el terror emplearon el aceite de ricino, el tiro en la nuca y las paladas de cal viva a deshoras de la noche porque carecieron de la tolerancia necesaria para aceptar los resultados de las urnas. En definitiva, la sinrazón y los instintos más primitivos del ser humano elevados a la enésima potencia motivada por aquéllos que expresaron su gozo sin reparos cuando observaron que peligraba su posición social o estaban temerosos del anticlericalismo.


En el nombre de la Memoria III


Unamuno

Pasados 75 años de aquellos tristes acontecimientos, aún se siguen polarizando sentimientos debido a que las heridas producidas por aquel innecesario conflicto no han cicatrizado correctamente ni fueron tratadas con el rigor histórico necesario contribuyendo a encender de nuevo unas ascuas innecesarias que deberían estar ya en proceso de enfriamiento. No se trata de recuperar ningún sentimiento pero tampoco de silenciar la historia. Aquellas personas que cayeron en el más absoluto de los olvidos fueron perseguidos, represaliados, exiliados o asesinados, permaneciendo en la retina de la memoria y se exige una reparación digna.

Este periodo histórico tuvo enormes dificultades y graves carencias en todos los órdenes con datos terroríficos de mortalidad infantil que expresan el grado de subdesarrrollo en que las clases dominantes habían mantenido al pueblo durante muchos años. Y sin embargo, la República implantó una educación pública, laica y gratuita que intentó resolver de algún modo las desigualdades existentes a través de valores universales y llevar la enseñanza elemental a todos los rincones del país en una sociedad donde el analfabetismo era endémico ya que por entonces, la educación era elitista, tan sólo al alcance de unos pocos privilegiados.

El periodo 1931-1936 fue considerado como el primer periodo democrático de nuestra historia que consideró a la Educación con mayúsculas como un Derecho Universal. Se crearon más de 15000 escuelas y miles de plazas de maestro así como una red de bibliotecas siendo también considerada como la Edad de Plata con de las letras españolas en la que destacan los grandes de la literatura como la Generación del 98 Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado entre otros y de la Generacion del 27 con Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados, Fernando Villalón, León Felipe, Miguel Hernández, así como la Institución Libre de Enseñanza (Francisco Giner de los Rios) o la Residencia de Estudiantes (Luis Buñuel, Federico García Lorca, Salvador Dalí. Rafael Alberti , Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Manuel de Falla, José Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Eugenio d'Ors, Manuel Altolaguirre entre otros.

No se puede poner ninguna ideología ni visión personal por encima de la historia ya que le estamos faltando el respeto a miles de víctimas en aquélla triste contienda entre españoles. Existe una tradición de hispanistas extranjeros que han sabido observar el conflicto y posterior represión desde una atalaya con más objetividad. El Laberinto español de Gerald Brenan, escrito en 1943 sirvió de cimiento para todas investigaciones posteriores sobre los viejos estereotipos del carácter español, convirtiéndose por derecho propio en punto de referencia para otros escritores como Gabriel Jackson, Hugh Thomas, Paul Preston, Ian Gibson etc…


Miguel Hernández

Como dice Ian Gibson, el problema más hondo que tiene España, creo, es esta derecha de siempre tan cainita, tan incapaz de soltar su rancio y secular lastre dogmático como de asumir que el régimen de Franco fue inmisericorde.

Y es posible que muchos hayan heredado esa impromta en su código genético argumentando que la Ley de la Memoria Histórica abre de nuevo las heridas cuando lo que pretende realmente es cerrarlas definitívamente con la máxima dignidad. La misma impronta franquista ha ocurrido no hace mucho, con falta de rigor sobre el Diccionario Biográfíco de la Historia de la Real Academia de la Historia que ha costado 6,4 millones de euros al erario público. Y la misma impromta con la actual jerarquía eclesiástica pidiendo el voto para un determinado partido que coincide son sus valores en vez de labrar su amor al prójimo. Son las mismas actitudes con mentalidad de sacristía que expresaron su gozo sin reparos en tiempos pretéritos.

Ya lo manifestó el hispanista Paul Preston que la apertura de la investigación judicial en el Tribunal Supremo sobre el juez Baltasar Garzón "da la impresión de que el franquismo está más vivo que nunca dentro de la democracia española”.

Un prestigioso juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón abre una investigación sobre la memoria histórica y las ascuas de los tiempos pretéritos (las dos Españas de don Antonio Machado que creíamos olvidadas) empiezan a echar humo en un incendio que creíamos ya extinguido pero nada mas lejos de la realidad, ya que las heridas de aquel trágico conflicto no han cicatrizado todavía.

La transición ha sido para los que añoran el franquismo una especie de ley de punto final y sin embargo las víctimas inocentes no han tenido ningún tipo de reconocimiento hasta el punto que la ley de memoria histórica tiene enormes problemas para aplicarse. El juez Garzón se ha convertido en la voz de las víctimas de la guerra civil prestando servicios excepcionales a nuestra Democracia y pretende investigar la suerte de decenas de miles de personas que desaparecieron sin dejar rastro durante la Guerra Civil y posterior represión en base a una ley de amnistía de la España de 1977 aduciendo el juez Garzón que las desapariciones deben ser considerados crímenes contra la humanidad y, por tanto, no cubiertos por la amnistía.

Parece surrealista la causa contra el juez Garzón, que sólo ha impulsado la Defensa de los Derechos Humanos y cuestionado por ello, de una parte de la genética española anclada en tiempos pretéritos. Lo que ha provocado un escándalo internacional que puede cuestionar nuestra salud democrática.

Nuestra historia no podemos cambiarla aunque nos duelan algunos párrafos de ella. Es urgente y necesario saldar la deuda que tiene España con las víctimas del franquismo ya que pesa como una gran losa en la memoria colectiva y su repercusiones se proyectan todavía sobre el presente.
Como dice el historiador Miguel Ordóñez en Público el 11 de noviembre de 2011 titulado La naturaleza de la violencia:

Pretender que la Guerra Civil fue la consecuencia de dos violencias enfrentadas, equiparando la culpabilidad de víctimas inocentes con la de sus asesinos es no sólo un insulto a la razón sino una muestra de miseria moral.


Muerte de un miliciano Federico Borrell García. Robert Capa 
5 de septiembre de 1936. Espejo, provincia de Córdoba

El  27 de diciembre de 2007 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley 52/2007, de 26 de diciembre por la cual, se reconocen y amplían derechos estableciendo medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura". Simplemente  la ley está para cumplirla y no mirar hacia otro lado después de treinta y dos años de ayuntamientos democráticos. Tiempo suficiente para tener altura de miras y madurez como Democracia.


"No olvidando nuestra historia como raiz de nuestro pasado, podemos afrontar  con ilusión los sueños del futuro".

Memoria. (Del lat. memoría).
Facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado
Histórico, ca. (Del lat. historícus).
Persona que ha tenido existencia real o del hecho que verdaderamente ha sucedido.
Amnesia. ( Del gr. Aμνησiα).Pérdida o debilidad notable de la memoria.

Bibliografía y Libros interesantes 

El laberinto español por Gerald Brenan
La II República y la Guerra Civil española (1931-1939) por Gabriel Jackson 
El holocausto español por Paul Preston
La Guerra Civil española por Hugh Thomas
El hombre que detuvo a Lorca por Ian Gibson
MORÓN:Consumatum est 1936-1953. Historia de un crimen de guerra 
por José María Márquez y Miguel Guardado


Monolito erigido en honor del poeta Federico García Lorca y de todas las víctimas de la Guerra Civil en el parque que lleva su nombre. Alfácar (Granada).

El 19 de agosto de 2011 se cumplió el 75º aniversario de su trágica muerte.

jueves, 7 de julio de 2011

Presentación del libro MORÓN: CONSUMATUM EST



Hay que olvidar los odios 
pero hay que acordarse de los hechos
para evitar caer en los mismos errores históricos.

Gerald Brenan
  
El pasado miércoles, 6 de julio de 2011 a las 21,00 horas tuvo lugar en el Teatro Oriente de Morón (con un lleno a rebosar de público) la presentación del libro "CONSUMATUM EST", editado por Planta Baja y con más de ochocientas páginas, fruto de una intensa investigación. Este libro no pretende reabrir ni hurgar en viejas heridas sino dignificar la memoria de aquéllos que han sido olvidados por la guerra civil en Morón y  posterior represión.
El acto fue presentado por el paisano de Morón, Juan Diego Mata. Un  libro que formará parte por derecho propio "per saecula saeculorum"  de la Memoria Histórica de Morón de la Frontera, que ha sido escrito por José María García Márquez y el paisano local Miguel Guardado Rodríguez. A dicho acto de presentación acudió Rafael López, de la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía que realizó una introducción del significado de la Asociación que preside.


Las tropas de Castejón en Morón el 25 de julio de 1936

Como manifiestan sus autores "Consumatun est" fueron las palabras que dijo Queipo de Llano cuando dio por concluída la salvaje ocupación de Morón el 25 de julio de 1936. Un monstruoso crimen de guerra que cambió para siempre la vida de los moronenses de aquella generación".

Una de las imágenes que mejor puede expresar el horror de la guerra

"El crimen de guerra que se cometió en Morón fue celosamente ocultado para que la historia no pudiese contarlo." Las víctimas del bando nacional fueron registradas todas dispensándoles toda clase de honores. "Al mismo tiempo se ocuparon de ocultar el principal rasgo documental de sus crímenes y eliminar las pruebas que pudieran incriminarles resolviendo el problema mediante fosas comunes y paladas de cal viva sin ningún tipo de registros en los cementerios".



La historia la podrán escribir siempre los vencedores con su corifeo de panegiristas correspondiente  hasta que la memoria colectiva que permanece intacta en la retina del pueblo  la vuelve a colocar  en su sitio. Este periodo de 1936-1939 y posterior represión  supuso uno de los episodios más traumáticos de la historia española, con miles de seres humanos inocentes que se vieron forzados a abandonar su tierra natal, a desplazarse a otros países por motivos ideológicos, de conciencia o por temor a las represalias por parte del bando vencedor. Pasados bastantes lustros de aquéllos tristes acontecimientos, aún siguen polarizando sentimientos ya  que la memoria de los abuelos ha pasado a los hijos de sus hijos, los que por razones obvias rompen el silencio, deseando reparar y honrar la memoria cerrando con la máxima dignidad esa herida moral que rescate del olvido  y de la amnesia colectiva.
 
A juicio de no pocos historiadores, la Iglesia con sus luces y sombras, tan rígida e intransigente, amparó  sin fisuras al bando que venció pero no convenció porque tenían la fuerza bruta, como  dijo el sumo sacerdote de la generación del 98, don Miguel de Unamuno, el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca.

El 14 de septiembre de 1936 el papa Pío XI bendice el denominado Movimiento Nacional de los militares rebeldes. 

El 1 de julio de 1937 en la Carta Colectiva del Episcopado español, la sublevación militar del 18 de julio es legitimada como "cruzada". Solo los obispos de Tarragona y Vitoria se negarán a firmarla.

"Las Brigadas Internacionales" por César Vidal. Cronología páginas 581 y 584

El renacimiento intelectual de gran vigor en las letras también sufrió en sus carnes el horror de la guerra. Hablamos de  Miguel de Unamuno, Federico García Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti, Miguel Hernández, León Felipe entre otros  e innumerables  maestros de escuelas anónimos, médicos, poetas, campesinos, etc…Se llevaron por delante mediante la razón de la fuerza a toda la fuerza de la razón truncando la trayectoria de progreso en la que la nómina de intelectuales que salieron de España fue interminable dejando a España huérfana definitivamente en la cultura.
 
Miguel Guardado firmando libros

Y es en este marco, donde un prestigioso magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón  abre una investigación sobre la memoria histórica  y las ascuas de los tiempos pretéritos (las dos Españas de don Antonio Machado que creíamos olvidadas)  empiezan  a echar humo en un incendio que creiamos ya extinguido pero  nada mas lejos de la realidad ya que las heridas de aquel trágico conflicto no han cicatrizado todavía en generaciones posteriores y es posible que  aún se necesiten varias generaciones para que la dignidad y la justicia sea un hecho real.

Me viene a la memoria  el  hispanista Paul Preston que afirmaba el martes 14 de abril de 2010 que la apertura de la investigación judicial en el Tribunal Supremo sobre el juez Baltasar Garzón "da la impresión de que el franquismo está más vivo que nunca dentro de la democracia española". Si eso fuera cierto, la democracia española estaría todavía con una manifiesta inmadurez y un país inculto carece de mecanismos de defensa debiéndose generar los anticuerpos necesarios para hacer frente a los antígenos que manipulan la Historia para que las posibles ascuas que existan entren definitivamente en un proceso de enfriamiento.



Nuestra historia no podemos cambiarla aunque nos duelan algunos párrafos de ella si realizamos una mirada retrospectiva aunque debemos intentar al menos como encrucijada de civilizaciones que hemos sido, convertirnos en punto de referencia y faro del mundo en la defensa de los Derechos Humanos. 

"No olvidando nuestra historia como raíz de nuestro pasado, podemos afrontar  con ilusión los sueños del futuro" y eso empieza por cicatrizar con su asepsia correspondiente nuestras propias heridas sin adulterar la Historia para que nunca más a ningún españolito que venga al mundo ninguna de las dos Españas les hiele el corazón como dijo don Antonio Machado. 

Monolito erigido en honor del poeta Federico García Lorca y de todas las víctimas de la Guerra Civil en el parque que lleva su nombre. Alfácar (Granada).
El 19 de agosto de 2011 se cumplirá el 75º aniversario de su trágica muerte.

Memoria. (Del lat. memoría).

Facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado.


Histórico, ca. (Del lat. historícus).

Persona que ha tenido existencia real o del hecho que verdaderamente ha sucedido.


Amnesia. ( Del gr. Aμνησiα).

Pérdida o debilidad notable de la memoria.


P.D. No puedo evitar cuando realizo una mirada retrospectiva, la historia que me contaba mi padre siempre que podía de un hermano de mi abuela Carmen (tuvo la suerte de no perder la vida, en unos tiempos donde primaban los instintos más primitivos que un ser humano pudiera poseer).


Mi tío, hermano de mi madre, el mencionado José Bermúdez García, era cabo de la policia municipal en 1936 y como tantos ciudadanos, sólo hecho de haber servido a la República (gobierno legítimo) lo condenaron a muerte y le conmutaron la pena a 30 años de prisión, estando en la cárcel seis años. Lo mandaron al penal del puerto de Santa María. Después de un tiempo de estar en el penal, lo mandaron al penal de Burgos, siempre de penal en penal. Después de un periodo de tiempo lo trasladaron al penal del Dueso, en Santoña (Santander). Como quiera que las necesidades eran precarias, la humilde familia le mandaba un paquetito con golosinas porque el pan llegaba duro y la censura no dejaba nada más que un kilo de peso y el pobrecito lo pasaba bastante mal. Yo tenía una tía hermana del preso y acordaron de ir a hacerle una visita a Don Cristóbal Bermúdez Plata, que estaba en Sevilla ejerciendo de Director General del Archivo de Indias y mencionaban que era pariente de la familia (sin confirmar) y se dignó a recibirlas a las dos cambiando impresiones a cerca del lastimoso caso. Don Cristóbal le dijo que en libertad no lo podía dejar pero cambiar de penal sí. Lo cierto es que lo mandaron a Sevilla hasta que lo pusieron en libertad ( no se sabe si con la intervención de Don Cristóbal o simplemente por la inercia del caso).


A raíz de la libertad, como había estado en el bando contrario le colgaban el sanbenito de rojo y nadie le daba trabajo. Entonces unos amigos de su hijo Antonio que eran jaboneros lo colocaron de guarda en la Merced, fábrica de jabón. Como quiera que él tenía la vista casi perdida, de haber estado tanto tiempo sin ver luz del día, entonces yo le dije, ¡chacho, tú por las tardes, me esperas y así te vendrás conmigo! y por la tarde yo le cogía de la mano hasta que llegábamos a su casa en Capitán Cala. Cuando yo venía con mi tío por la tarde, lo notaba que al llegar al angostillo, cerca del Ayuntamiento, mi tío quería hacer el recorrido por la calle las Morenas, el Polvorón y la Plaza y yo le decía, ¡vamos por el Ayuntamiento y llegamos más pronto y nos tomamos en el antiguo bar "la playa" un chocolate!. Entonces se clareó conmigo y me dijo que había en el ayuntamiento algunos que habían sido amigos suyos que se habían cambiado la camisa y han estado comiendo del régimen de Franco cuarenta años.

Y gracias al libro Morón: Consumatum Est,páginas 783-84 he conocido que cinco miembros de una misma familia Reinado Martínez que vivían en la calle Llanete, 73 de Morón, cuatro sobrinos y un hermano de mi abuelo pasaron años en cárceles franquistas acusados de "auxilio a la rebelión", en particular Miguel Reinado (padre) que a su regreso a Morón el 9 de abril de 1939 lo encarcelaron. Estuvo confinado en los campos de concentración de Sanlúcar la Mayor, La Granjuela, Córdoba "La Vieja" y Lerma. Pasó por las prisiones de Valdenoceda y Sevilla. En marzo de 1941 un tribunal militar lo condenó a 30 años de prisión por adhesión a la rebelión y pudo salir en libertad condicional en julio de 1945, ya enfermo y septuagenario como dice en un informe de la propia prisión.

No resulta extraño, por tanto, que leamos en la sentencia del consejo de guerra que condenó a Juan José Reinado Martínez a doce años y un día con el siguiente argumento: El procesado además es de escasa cultura y muy tartamudo. Pag. 342 de Consumatun est. Las "personas cultas" se consideraban con el derecho no solamente de condenar sino de insultar. La capacidad de calumniar y de mentir alcanzó cotas inimaginables...

En definitiva, la sinrazón de los instintos más primitivos del ser humano elevada a la enésima potencia...





Breves letras a Federico García Lorca
(como homenaje a todas las víctimas), de un moronero
 
I


Madrugada de luto donde tu fresca juventud concluye,
tórrido barranco anclado en la más gélida intolerancia
pero una obra arraigó en lo más profundo de un pueblo
que se despierta Federico, poco a poco de su letargo.


II


Partidario de los pobres como fundamento de una vida,
de los viejos campesinos encorvados por tanto trabajo,
expolio sangrante de una de esas dos Españas : Víznar,
donde la memoria como historia perdona pero no olvida.


III

Escuadras de muerte con sus fauces de odio acechan,
por ser del jazmín, del romero y la albahaca, la esencia.
Memoria que como historia acoges el legado de ausencias
que nos permiten afrontar sueños, ilusiones y esperanzas.

IV

Convertirías arsenales en museos, cuarteles en bibliotecas;
milicianos en licenciados, ¡viejos sueños, utopías y quimeras¡


¡Ay Federico, si tu pudieras¡...
¡Ay Federico, si tu pudieras¡...

Homenaje a Federico García Lorca en el 75º aniversario de su muerte  por parte del Taller de Baile Flamenco en el Teatro Oriente de Morón el 30 de junio de 2012

Enlaces interesantes

http://antonicuevas.blogspot.com/2010/06/que-losarboles-no-nos-impidan-ver-el.html 
http://antonicuevas.blogspot.com/2011/06/blog-post.html 
http://antonicuevas.blogspot.com/2008/05/breves-letras-federico-garca-lorca-i.html 
http://antonicuevas.blogspot.com/2011/06/hay-que-olvidar-los-odios-pero-hay-que.html 

Libros interesantes 


El laberinto español por Gerald Brenan
La II República y la Guerra Civil española (1931-1939) por Gabriel Jackson
El holocausto español por Paul Preston