martes, 24 de julio de 2018

Una visita a Rota




Desde la tierra de Villalón, de la Cal y del Flamenco y de nuestra propia esperanza, en cuyo término ejercieran su influencia en tiempos pretéritos José María "El Tempranillo" y "El Pernales" enarbolamos nuestro sextante cultural con el permiso del viento de levante, en la Bahía de Cádiz, para visitar la bonita villa de Rota cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos al creerse que su origen pudo ser fenicio.

Aunque es posible que fueran los griegos los pobladores de estos territorios que le atribuyeron el nombre de una de sus ciudades: Rodas, cuya etimología llegará hasta nosotros bajo el nombre de La Rota como vestigios helenísticos, fenicios y tartessos y como puerto comercial al igual que Emporion [Ampurias] y Rhode [Rosas] sin olvidar la presencia de la cultura griega en Cádiz.

Posteriormente los romanos la bautizarían como "Rotea" en su paso por la Vía Augusta, la calzada romana más larga de Hispania [Cádiz y Rota, Hispalis, Carmo, Cordoba, Cartagho Nova, Saguntum y Tarraco antes de penetrar en la Galia], siendo arabizada posteriormente por los andalusíes como “Rabita Ruta”.

Entre los musulmanes de aquélla época existía la institución denominada el ribat, que eran centros militares fortificados instalados en las fronteras en la que grupos de guerreros "morabitos" prestaban servicio religioso como parte de la obligación de hacer la yihad o guerra santa, tras el saqueo vikingo en tiempos de Abderramán II [792-852].

Las primeras referencias de la antigua alcazaba andalusí de Rota hay que remontarse hasta el viajero y geógrafo andalusí Al Idrisi [1100-1165] en la descripción de su viaje desde Algeciras [Al-Jazira al-Jadra o isla verde] hasta la antigua Isbiliyya [Sevilla]. También el filósofo y sabio musulmán Ibn Arabí [1165-1240] habla de ello en un documento fechado en 1197, donde dice que “era un lugar al que acostumbraban a ir en peregrinación los antiguos eremitas.

En 1248 será tomada por Fernando III el Santo siendo cristianizada definitivamente en 1285 con Sancho IV, quien le concede la administración de la almadraba junto con el reparto de tierras entre la nobleza que había participado entre las huestes castellanas. A partir de entonces será conocida como Rotta “Rota”.



Los fenicios, griegos y cartagineses observaron que llegando la primera luna de mayo, los grandes atunes rojos migraban desde las frías aguas del Océano Atlántico a las cálidas del Mare Nostrum para desovar, cruzando el Estrecho de Gibraltar como paso obligado, muy cerca de las costas y regresaban de nuevo en otoño al punto de origen.

Los fenicios fueron los primeros en utilizar la almadraba de tiro como arte de pesca construyendo factorías de pescado en la zona y de ese modo obtener esos valiosos recursos del mar calando durante los meses de marzo y abril. Fueron los fenicios en el año 1100 a.C. los que enseñaron el arte de la pesca con las almadrabas de tiro y técnicas de salazón a los habitantes de esta tierra. La ruta del atún -desde tiempos ancestrales- ha marcado la historia y la cultura de estos pueblos con efluvios y reminiscencias marineras.



En 1297, el rey Fernando IV de Castilla concedió a Guzmán el Bueno las tierras entre los ríos Guadalete y Guadalquivir que comprendían los términos de “Rota, Chipiona y Sanlúcar de Barrameda”. Será cuando se emprenda, según la tradición, la construcción del “Castillo de Luna”.

En 1303 Isabel Pérez de Guzmán, señora de Rota y Chipiona e hija de Guzmán el Bueno, contrajo matrimonio con Fernando Ponce de León, señor de Marchena y bisnieto del rey Alfonso IX de León, y aportó como dote matrimonial los señoríos de Chipiona y Rota, que se incorporaron de ese modo a las posesiones de la familia Ponce de León, de la que surgiría la Casa de Arcos. Y el 8 de agosto de 1349, hallándose el rey Alfonso XI de Castilla en la ciudad de Sevilla, confirmó a Pedro Ponce de León el Viejo, hijo de Fernando Ponce de León y de Isabel Pérez de Guzmán, la posesión sobre la villa de Rota, por los numerosos servicios prestados a la Corona.

Los Reyes Católicos visitaron Rota en 1477 con ocasión de su viaje a Andalucía, y se hospedaron en el castillo, siendo agasajados por Rodrigo Ponce de León, marqués-duque de Cádiz, durante los días 6 y 7 de octubre.

Poco después nació en Rota el humanista Juan de Quirós, quien hacia 1547 era en Sevilla maestro de poesía de Benito Arias Montano y el poeta de más prestigio en esa ciudad…

En los albores del siglo XVI, Ponce de León transformó el edificio en castillo-palacio convirtiéndose en la residencia de los Gobernadores y Alcaides de la villa.



Paseando por el paseo marítimo entre zonas ajardinadas llegamos a su casco histórico donde un arco ojival -cercano a la calle “Bésame en esta esquina”- nos introduce cerca de la Plaza Bartolomé Pérez, donde frente a nosotros se erige el Castillo de Luna y frente a éste, la Parroquia de Nuestra Señora de la O.


En la fachada del Castillo de Luna se puede observar una carabela en bronce y una placa en piedra de 1892 que nos recuerda al hijo de esta villa Bartolomé Pérez, intrépido tripulante de una de las carabelas mandadas por el Almirante Cristóbal Colón, Descubridor de América, y que en su segundo viaje al Nuevo Mundo llegara a dirigir el marino roteño como piloto la carabela de San Juan.


En la parte izquierda de la entrada al Castillo de Luna y actual Casa Consistorial, se puede observar un monumento a la Constitución con varios artículos en bronce (1.2 y 14).


Destaca en la entrada del Castillo un azulejo de grandes dimensiones que representan a los Reyes Católicos:

“LOS REYES CATÓLICOS SE HOSPEDARON EN ESTE PALACIO- CASTILLO DE LUNA, DONDE EL SEÑOR DE ROTA D. RODRIGO PONCE DE LEÓN, MARQUÉS DE CÁDIZ, LOS RECIBIÓ EL 18-10-1477”.




En la parte baja del castillo de Luna se pueden observar en azulejo información histórica sobre el Castillo de Luna:


CASTILLO PALACIO DE LUNA
CUANTOS ESTE CASTILLO VISITAREN
SEPANLO MANDADO HACER POR
DON ALONSO ALONSO PÉREZ DE GUZMÁN EL BUENO (1295-1303)
SOBRE LOS RESTOS DE UN RIBAT MUSULMÁN DEL SIGLO XI
Y COMO FUE LUEGO DE LOS PONCE DE LEÓN (1303-1780)
Y DE LOS DUQUES DE OSUNA (1780-1990)
PASANDO LUEGO AL MARQUÉS DE SAN MARCIAL (1990-1941)
Y A DON JOSÉ LEÓN DE CARRANZA MARQUÉS DE VILLAPESADILLA (1941-1969)
QUIEN A SU MUERTE LO LEGÓ AL PUEBLO DE ROTA.
POR ENTRE SUS MUROS QUE HAN SIDO RESIDENCIA Y PRISIÓN:
COLEGIO Y HOSPITAL Y HOY AYUNTAMIENTO HA PASADO
LO MÁS GRANADO DE LA NOBLEZA CASTELLANA Y ANDALUZA,
SIRVIENDO DE ALOJAMIENTO EN 1477 A LOS REYES CATÓLICOS
Y EN 1877 AL ILUSTRE NOVELISTA DON PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN.



Y una réplica de la Virgen de Granada o del Castillo donada en su visita a Rota por los Reyes Católicos al Marqués de Cádiz en octubre de 1477 que se encuentra en la planta baja junto a unos zócalos de pintura mural como único vestigio que se conservan del antiguo esplendor palaciego del castillo de Luna en las postrimerías del siglo XV y un rico documento del arte Gótico Mudéjar en Andalucía Occidental, que fuera restaurada entre los años 1995 y 1997.



La Iglesia de Nuestra Señora de la O se construyó en el siglo XVI siendo costeadas las obras D. Rodrigo Ponce de León, Duque de Arcos. Su interior destaca por la conjunción de los estilos Gótico, Isabelino, Plateresco y Barroco. Hay que destacar entre otros, la belleza de su coro con 33 asientos de madera con las figuras de los 12 apóstoles y su majestuoso órgano del siglo XVII.


Es indudable que la playa más concurrida de Rota es la Playa de la Costilla con 4 km. de longitud.

Dejamos atrás el casco histórico por la calle Gravina hasta llegar al Faro que nos señala el puerto. Paseando por la playa de la Costilla llegamos a la Playa de la Luz donde comienza el Parque de la Almadraba. Unas pasarelas de madera nos permiten llegar al Paraje de Punta Candor donde existen miradores donde contemplar la belleza del paisaje.


Detalle del muro

Entre playas de arenas doradas se observan los corrales fenicios o romanos aunque otros lo ubiquen incluso en la época andalusí.

Los Corrales de Rota fue el primer Monumento Natural declarado en Andalucía que representa el arte tradicional e histórico del aprovechamiento de los recursos pesqueros. Poseen una superficie total de 110 ha delimitadas por grandes corrales o muros de areniscas y lascas de piedras ostioneras que colocadas verticalmente sobre una zapata o cimentación compactada trasmite al terreno las tensiones de su estructura de 2 m. por 1,5 de anchura.

En los laterales existen a modo de rejillas para la salida del agua “caños” mientras la pesca queda atrapada.

Será con pleamar o marea alta cuando penetren peces, sepias, pulpos, camarones, cangrejos, ostiones y percebes que quedarán atrapados con la marea baja al existir a modo de rejillas o caños para la salida natural del agua. La pesca se recolecta con los aperos tradicionales de este oficio ancestral cuyo legado se transmite de padres a hijos “profesión de corralero”. En esta zona encuentra el sustento y descanso las aves marinas.



Las arenas doradas entre las dunas salvajes junto con los pinares labrados por la gubia de los vientos dominantes -y refugio del inofensivo camaleón- y las bellas puestas de sol forman una bella panorámica para los amantes de la fotografía.


Por la noche visitamos la Plaza de las Canteras donde estimulamos nuestro paladar en la “Freiduría del Barrio” degustando el pescaíto frito, la merluza, el tradicional choco frito o las gambas acompañados de una buena cerveza fría o el vino tinto de la tierra, complementada más tarde con la visita a la tradicional "Bodega el gato" que proyectaba efluvios entre el vino oloroso y tintilla de la tierra, para después seguir paseando por sus calles abarrotadas durante la época estival.

El vino Tintilla de Rota llegó a ser muy reconocido llegando a exportarse a Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Marruecos y Estados Unidos durante los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX. Hicimos un alto en el camino en las Bodegas "Gato1" y Gato2" donde los incondicionales degustan el vermut de Rota o el vino homónimo tintilla acompañado de las tradicionales tapas, mientras que "la madre que parió el viento de levante" desarbolaba nuestras frágiles entendederas.




P.D. En Rota no pasa desapercibida la Base Aeronaval de uso compartido con 2.400 ha. que capta la retina del viajero cuando vamos en dirección hacia el Puerto de Santa María. Desde sus playas se observan perfectamente despegar los C-5 Galaxy y buques de todo tipo haciendo maniobras.

Los Pactos de Madrid en tiempos de la dictadura del Caudillo Francisco Franco -y durante la Guerra Fría- serían firmados el 23 de septiembre de 1953, a cambio de ayuda económica y militar, lo que ha permitido a Estados Unidos usar la Base Aeronaval como base logística para operaciones en Europa, Norte de África y Oriente Próximo, colocando a la Base Aérea de Morón como “portaviones permanente” y Rota en el punto de mira del internacional.

Es evidente que existen muchas voces en contra que abogan por un pacifismo totalmente antagónico con la presencia de fuerzas extranjeras en España.

Siempre quedarán polarizadas ambas posturas, como si de los vientos de levante y poniente se tratara: la de la creación de empleo como generador de riqueza para la economía de la ciudad y la postura antagónica, que defiende la paz, la libertad y los derechos de los pueblos del mundo a seguir siendo libres.


Desde la Bodega "El Gato" en Rota, rodeado de buenos amigos, para el blog de mis culpas...



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